Balance de la jornada | El 2024, sin progreso
En 2024 no hubo progreso en el futbol mexicano, fue otro año tirado a la borda, de desgaste inútil hacia el Mundial 2026. Lo más cómico fue que de súbito, en la pasada junta del día 13, se cayó el antifaz y, debajo, todo mundo pudo apreciar sonrisas falsas, miradas de gran codicia y egoísmo. Ni tiempo les dio –a dueños y federativos– de endulzar el gesto, de ensayar una cara amable. Quedó claro que, de buenas a primeras, ninguno de los cabecillas está dispuesto a ceder un ápice de sus privilegios y cotos de poder en aras del bien común, del deporte que dicen amar.
En el trayecto se burlaron de técnicos como Diego Cocca y Jimmy Lozano, quienes al final quedaron como marionetas exánimes, desconcertados. Después llegó Javier Vasco Aguirre con un inicio que evidenció su larga ausencia, su desconocimiento del balompié local a pesar del paréntesis que significó su paso por Monterrey. Volvió con quién sabe qué recuerdos y añoranzas; sin embargo, las cosas habían cambiado y le ha costado el proceso de readaptación… Para la afición, lo mejor es seguir mirando el show circense sin esperar nada importante del Tri.
Sin optimismo ni altas expectativas, y no porque a Aguirre le falte capacidad, ganas de trabajar y buenas intenciones, sucede que los tiempos son otros, en la baraja hay menos jugadores que hace 20 años; además, ahora gobiernan los dueños con el hígado y a dictado de sus intereses egoístas. Tragicómico está resultando este proceso, y es preferible sonreír con benevolencia y hasta con sorna cuando el Vasco muy serio suelta: «vine porque mi país me necesita». No, no es así, lo requirió Televisa. México es algo muy distinto a este futbol tan mal manejado.
Volvió porque le ofrecieron trabajo con buen sueldo y porque su malogrado compadre Juan Carlos La Bomba Rodríguez se encaprichó en sentarlo en el banquillo. Pero la realidad toca ya a la puerta: entre el 12 y el 21 de enero, duros partidos contra el River Plate de Argentina e Internacional de Brasil, sin seleccionados… La ambigüedad de las fechas y hasta de los rivales es parte de la depreciación del tricolor, del jaleo en la directiva: como no son serios, pues no los toman en serio… ¿rivales de renombre? ¡para nada!, a ninguna potencia le interesa medirse ante México.
Inteligente La Bomba Rodríguez. No duró ni año y medio como «alto comisionado»; vino, observó, hizo un intento que falló (el Fondo de Inversión) y enseguida diagnosticó: caso perdido. Adiós y a otra cosa mariposa… No obstante, dejó la puerta abierta a algunos negocios directos, ya se habla de la venta de los Gallos Blancos del Querétaro a capital estadunidense, una inversión foránea que se sumaría a la del Atlético de Madrid, de la familia Gil, dueña del San Luis, así que queriendo o no, y a paso lento, se abre la ostra.
Para las televisoras el negocio del 2026 está hecho, será muy lucrativo tener la sede parcial. La incertidumbre en el aspecto deportivo y un latente nuevo ridículo mundialista será lo de menos, algo secundario. Con los bolsillos llenos los golpes se amortiguan, duelen menos… Por más que Mikel Arriola, remplazo de Rodríguez, quiera elevar a la Liga Mx como globo con gas helio, a base de boletines, en realidad el certamen pinta gris hacia el Clausura 2025, con escasos refuerzos de renombre no es atractiva para el aficionado común.
¡Claro que hay cosas que celebrar! Raúl Jiménez alcanzó a Javier Chicharito Hernández y se alista para rebasar la marca de 53 goles en la liga inglesa. El Lobo de Tepeji se levantó de sus cenizas y ha tomado un increíble segundo aire. Además, seguimos lanzando cohetes y fuegos artificiales por el logro de un timonel mexicano en otras latitudes. Efraín Juárez dio bofetada con guante blanco, después de que los malinchistas dueños les han dado portazo a los técnicos locales por su supuesta ineptitud.
El viernes arranca un nuevo torneo en la Liga Mx Femenil y Tigres estrena en el banquillo al ibérico Pedro Martínez Losa con la misión de recuperar la primacía… La joya del semillero tuzo, Alice Soto, pasa a Rayadas. La buena noticia es que la habilidosa guanajuatense, mundialista Sub-20, por fin va a ganar bien; la mala: corre el riesgo de quedarse en la banca por la preferencia habitual hacia las foráneas, como le pasó cuando militó al lado de Jennifer Hermoso con el Pachuca.