Bajo la lupa | Sabotaje del NordStream 1&2 por la CIA, según el icónico investigador Seymour Hersh
Sí existió lanzamiento de una bomba nuclear en referencia al contencioso ucranio, pero éste provino del icónico investigador de 85 años Seymour Hersh (SH), galardonado con el célebre Pulitzer, quien expuso cómo la CIA/Armada/ Deep State y la triada jázara, Jake Sullivan (JS)/Antony Blinken (AB)/Vicky Nuland (VN) –vinculados al organigrama de los neoconservadores straussianos, jefaturados por el también jázaro Paul Wolfowitz– orquestaron el sabotaje de los gasoductos ruso-alemanes NordStream 1&2.
La estrujante investigación de SH se titula “Cómo EU aniquiló el gasoducto NordStream”, bajo la cobertura del ejercicio anual Baltops 22 de la OTAN.
Los buzos de la armada de EU a cargo del operativo entrenaron desde diciembre de 2021 en el muy secreto Centro de Buceo y Salvamento de la Armada de EU (US Naval Diving and Salvage Training Center) en Panama City (Florida).
A inicios de 2022, el “grupo de trabajo de la CIA” le reportó a JS: “Tenemos la fórmula para hacer explotar los gasoductos” –pese a que “algunas personas en el Departamento de Estado y la CIA estaban diciendo ‘no lo hagan, es estúpido (sic) y será una pesadilla política si esto se sabe’”.
Al parecer, a la administración Biden le convino (sic) la invasión rusa a Ucrania y le proveyó el pretexto del sabotaje de los gasoductos ruso-alemanes. Fue cuando Biden frente al canciller alemán Scholz comentó: “Si Rusia invade… no habrá más NordStream 2”, lo cual, a mi juicio, le cayó como anillo al dedo a Biden, quien ya le vende ahora su gas licuado (LNG) proveniente del fracking entre cuatro y ocho veces más caro que el otrora asequible gas ruso, además de la deliberada desindustrialización de Alemania y el aniquilamiento del euro (principal competidor del dólar).
SH anota que 20 días antes de la confesión de Biden, la pugnaz subsecretaria de Estado VN –considerada como la arquitecta desde 2014 de la desestabilización de Ucrania junto a sus familiares jázaros los Kagan, según Jeffrey Sachs: “Si Rusia invade Ucrania, de una manera u otra el NordStream 2 no avanzará”.
No vale la pena detenerse sobre el vasallaje de Noruega y su anterior premier Jens Stoltenberg, connotado instrumento de la CIA y hoy secretario general de la OTAN.
Ya en septiembre de 2022, AB sugirió que frenar el NordStream constituía una “tremenda oportunidad para, de una vez por todas, quitar la dependencia en la energía rusa”.
Las reacciones entusiastas (sic) al sabotaje provinieron inmediatamente de la ex premier británica hoy defenestrada Liz Truss –en un mensaje dirigido a AB: “Está hecho”–y de un obsceno tuit del ex canciller polaco Radoslaw Sikorski: “Gracias, EU”, que luego borró.
Se trata de un llano y simple “acto de guerra” contra Alemania y Rusia de parte de EU y tres países escandinavos implicados: Noruega, Dinamarca y Suecia.
Sin afán de amarrar navajas y atizar el fuego nuclear, ¿cómo van a reaccionar Alemania y Rusia?
No son momentos de invectivas caníbales, cuando Biden ha sido ferozmente tildado de “terrorista”, pero tampoco se pueden soslayar las muy timoratas reacciones de Alemania hasta ahora y las exageradamente prudentes respuestas de Rusia.
Después de ponderar las razones y el timing del bombazo de SH, que beneficia a un sector del Deep State de EU, el geopolítico brasileño Pepe Escobar (PE) inquiere: “¿Cuál será la respuesta de Rusia?”–que seguramente vendrá en el momento propicio del yudoca cinta negra y notable ajedrecista presidente ruso Putin.
El geopolítico galo Thierry Meyssan, del portal Réseau Voltaire, juzga que se trata del “acto de sabotaje más importante realizado desde la Segunda Guerra Mundial (10.02.23)”.
La histórica bomba nuclear periodística que arrojó SH, con la anuencia de un sector del Deep State que coloca sus límites a una tercera guerra mundial nuclear, marcará la literatura geopolítica del restante del siglo XXI.