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Opinión

Baja California y la evolución del nearshoring: posibilidades y desafíos

Por: Dr. Jorge Eduardo Mendoza Cota* / Voces de El Colef

México se destaca como una opción atractiva para la inversión estadounidense destinada a establecer empresas que operen en el extranjero. Esta tendencia de invertir en México ha sido especialmente importante para los Estados Unidos debido a la cercanía geográfica entre ambos países. Así, este fenómeno económico, conocido como nearshoring, se ha fortalecido en los últimos 14 años, apoyado por los acuerdos comerciales como el TLCAN y el T-MEC. Además, en un contexto de guerra comercial entre Estados Unidos y China, México emerge como un refugio para mitigar riesgos, especialmente en sectores como el automotriz y electrónicos.

De esta manera, la cercanía geográfica ejerce una influencia crucial en las interacciones económicas entre ambos países, al reducir los costos de transporte y transacción. Esto ha determinado la ubicación de actividades económicas basadas en la proximidad a los mercados y proveedores. En adición a lo anterior, los costos laborales más bajos en México en comparación con los de los Estados Unidos, hacen que el nearshoring sea aún más importante para los inversionistas de ese país. Los diferenciales salariales entre México y los Estados Unidos se deben a diversos factores, como el menor costo de vida y la menor presión sindical en México, frente a regulaciones laborales más estrictas y mayores estándares de vida en el país vecino del norte. Estas diferencias impactan en la rentabilidad de las empresas estadounidenses con operaciones en México, atrayendo inversión extranjera directa (IED) y fomentando la práctica de la maquila. Sin embargo, también plantean desafíos en términos de derechos laborales y regulaciones medioambientales.

Así pues, la estrategia de nearshoring adoptada por Estados Unidos para acercar actividades manufactureras a sus costas y fronteras, con el objetivo de reducir costos de traslado y disminuir su dependencia de la economía de China, abre oportunidades para la frontera norte del país. En este contexto, la región de la frontera norte de México cuenta con una ubicación geográfica estratégica y una sólida experiencia en la industria maquiladora, respaldada por más de 50 años de trayectoria. Los costos operativos competitivos, las condiciones favorables de la industria local y los gobiernos estatales con experiencia en promoción de inversiones son puntos a favor.

El estado de Baja California ha sido una de las regiones beneficiadas por los flujos de capital provenientes de Estados Unidos, especialmente en el sector manufacturero. De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, en el 2023 la IED que llegó a Baja California representó un 4% del total en México, con un monto de $1,473 millones de dólares. La IED proveniente de los Estados Unidos representó el 67% del total, seguida de Japón con el 8% y Corea del Sur con el 7%. Del total de la IED, el 63% se destinó al sector manufacturero, siendo las actividades manufactureras con mayor recepción de IED la de fabricación de automóviles y camiones con un 19%, fabricación de equipo de computación, comunicación y componentes electrónicos con el 16%, transporte de gas natural y ductos con el 16%, industria aeroespacial con el 5% y autopartes con el 4%.

Es importante destacar que el flujo de llegada de IED fue menor en 2023 en comparación con cifras revisadas del 2022 que fue de $1,874 millones de dólares, lo que implica que el proceso de nearshoring en Baja California no es un proceso reciente, pero tampoco se observa una explosión de la IED llegando al estado. En ese sentido, Baja California enfrenta desafíos importantes para promover el nearshoring, como la carencia de servicios públicos confiables, infraestructura deficiente en garitas, carreteras, puertos y trenes, así como la falta de disponibilidad de mano de obra calificada y obstáculos burocráticos para la obtención de permisos de operación. Además, la inseguridad jurídica representa un riesgo para los negocios en la región.

Para aprovechar plenamente la oportunidad del nearshoring, es crucial abordar estos desafíos y mejorar la infraestructura, los servicios públicos y la disponibilidad de mano de obra calificada. Asimismo, se requiere trabajar en la reducción de la burocracia y en garantizar un entorno legal estable y favorable para las inversiones. Si se logran superar estos obstáculos, Baja California podría consolidarse como una opción atractiva para las empresas estadounidenses que buscan reubicar sus operaciones industriales cerca de sus fronteras.

*Departamento de Estudios Económicos

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