publicidad
Opinión

Astillero | Milei se exonera por su «buena fe»

Por: Julio Hernández López

Javier Milei se parapetó tras una presunta inocencia, casi infantil, sustituida a tramos por un cinismo de crupier, más un irrefrenable (casi ciego) ímpetu por agregar a Argentina a los avances tecnológicos (sean éstos como sean, incluso fraudulentos), al salir a su primera entrevista (con el periodista Jonatan Viale, del canal Todo Noticias) luego del torbellino de la criptoestafa.

Lleno de tics, farfullante o enredado en varias partes de esa entrevista, obstinado en no ir realmente al fondo del problema, el presidente argentino pretendió hacerse sentir volátil, por encima de las minucias y miserias de la política, para dibujarse sin pecado concedido: arguyó que sólo difundió, pero no promovió la estafa de Viva la Libertad Project en su cuenta oficial de la Presidencia, con la liga a la página del proyecto y el formato para comprar la criptomoneda $Libra.

Para el libertario Milei, lo sucedido equivale a lo que puede acontecer en un casino donde la gente va a participar a sabiendas de los riesgos. ¿Responsables de la estafa?, pues los mismos participantes en la difusión que el propio Milei hizo: “los que entraron en ese mercado son traders de volatilidad; es como alguien que jugó a la ruleta rusa y le tocó la bala”. Además, alegó, ni fueron tantos los afectados: unos 5 mil, pero no los más de 40 mil que se mencionan; de los cuales muy poquitos son argentinos, pues la aplastante mayoría son chinos y estadunidenses.

La distorsión de la realidad que caracteriza al mandatario argentino le lleva a suponer que su buena voluntad, sus buenas intenciones, pueden fusionar el poder económico con el político, el interés empresarial con el gubernamental o el servicio público con el lucro. Un ejemplo de esa ruda incursión de las firmas privadas en el aparato gubernamental se está viendo en Estados Unidos con Elon Musk metido hasta las entrañas del gobierno federal, sus finanzas y sistemas internos, mediante una comisión crecientemente poderosa que creó otro representante de esa fusión del capital con la política, Donald Trump.

Vale tener muy en cuenta este episodio debido a las implicaciones de erosión que implica para la oratoria y la práctica política de los grupos de derecha, ultraderecha y libertarios que mantienen a Milei como referente. A primera hora de este jueves viajará a Estados Unidos para participar en el cónclave de esos grupos: la Conferencia Política de Acción Conservadora, que en 2022 fue organizada en México por Eduardo Verástegui, a quien Trump empujaba para ser el próximo presidente; en 2024 el anfitrión fue el propio Milei, en una reunión desangelada en Buenos Aires en la que participó el empresario Ricardo Salinas Pliego.

Más allá de la autoexculpación previsible (frase para enmarcar: no cometí ningún error, porque actué de buena fe), Milei deberá enfrentar la solicitud de juicio político con intenciones de destitución que probablemente no avanzará por la división de fuerzas partidistas en su Congreso, más las demandas penales en la propia Argentina y en Estados Unidos.

Por lo pronto, queda cascada la figura de quien mantiene a Argentina en una aguda crisis social a cuenta del logro estrangulante de estadísticas de presuntas mejorías en el papel. Si ha manejado y está manejando la economía de su país como lo ha hecho en el caso de la criptomoneda $Libra, a nadie extrañen futuras revelaciones de impericia, corrupción y amiguismo de buena fe. Los aliados de Milei también deben poner a remojar sus barbas libertarias, entre ellos los mexicanos Verástegui y Salinas Pliego.

Y, mientras el Instituto Nacional Electoral ha decidido publicar las listas de candidatos a cargos judiciales, a pesar de errores detectados, y que espera el Senado repare en pocas horas, ¡hasta mañana, con el aparato militar y harfuchista en acelerada recolección de muestras del tejido narco de México para tratar de conseguir que el dicta(mina)dor naranja entregue desdeñoso alguna calificación aprobatoria al cumplirse el mes de gracia!

X : @julioastillero

Facebook: Julio Astillero

juliohdz@jornada.com.mx

Related Posts