Análisis a Fondo: El rol de opositor / Francisco Gómez Maza
La oposición en su papel. Bueno. Qué imaginaban, amiga, amigo.
Qué esperaban de un opositor. Eso. Tratar de desprestigiar al oponente.
Qué querían escuchar de la fama del presidente López Obrador, de sus enemigos, si no diatribas, falsos testimonios, mentiras para confundir; de esas mentiras, en cataratas, que recomienda el “experto” en publicidad y propaganda política, alumno del nazi Joseph Goebels, el rubicundo Carlos Alazraki.
Alguien, una mujer que publica en algún medio informativo y de propaganda anti AMLO, asegura que López Obrador es un iletrado. Casi analfabeta. Que no se lleva ni con la lógica ni con la metafísica. Que la actividad de su cerebro nada tiene qué ver con la actividad intelectual; que no comulga ni con los libros de economía de Chicago, ni menos con la literatura. Que razona más como “pueblerino” –si es que un pueblerino razonara-, que como universitario egresado de las escuelas superiores del Opus Dei. Que come tortilla en vez de pan de centeno Orowitz.
Para otros “analistas”, críticos, AMLO es ocurrente. Toda su agenda de obras públicas es producto de su ventolera. Se le ocurre construir una refinería, cuando lo que requiere la naturaleza son energías “limpias”. Construye un ferrocarril interoceánico cuando el principal transporte comercial son los grandes aviones; construye un Ferrocarril que destruye la ecología en las maravillosas selvas sureñas, entre otros caprichos.
Hay quienes aseguran que la economía nacional está cada vez peor por culpa del “Señor López”, sin importar el juicio del presidente de la Asociación de Bancos de México, Daniel Becker, quien está convencido de la fortaleza de la economía, que se refleja – afirma el banquero- en la estabilidad de las variables del sector financiero, como el tipo de cambio, la política monetaria y el favorable índice de deuda de México como porcentaje del PIB, que a finales del 2021 fue del 51.1 por ciento, una situación económica muy favorable, comparada con otras economías del mundo occidental cristiano.
Y al final, el Presidente sólo se divierte al ver, escuchar o leer las críticas, las burlas, los insultos de sus enemigos políticos, que no se cansan de repetir, como loros, el mismo discurso. Los ideólogos del antilopezobradorismo ya no tienen coco qué quebrar y rebanar, y la imaginación, la loca de la casa, ya no les da para inventar cuestionamientos realmente creíbles por el electorado, que cada que pasa un día aumenta sus momios a favor del Presidente de la República.
Mientras, la oposición enloquece en su propio laberinto, “defendiendo la democracia”.
Pero dicen los que saben, los cientistas que así son los procesos democráticos y yo digo que primero hay que ver qué, realmente, son los “procesos” democráticos. Qué es la democracia. Para mí que es atole con el dedo, porque, a mi entender, democracia no pasa de ser una palabra fantasiosa, utilizada por las clases dominantes para controlar y manipular a los pueblos.
A DESFONDO: A continuación, un poquito de cultura financiera que bien nos hace falta. Qué son las reservas internacionales, se preguntan los expertos del Banco de México para explicarlas al mundo de los laicos en finanzas. Y la respuesta: Son activos financieros que el banco central invierte en el exterior. Su característica principal es la liquidez; es decir, la facilidad de uso para saldar rápidamente obligaciones de pago fuera de nuestro país. Su objetivo principal es contribuir a la estabilidad de precios, cuando se presenta una disminución de los flujos comerciales o de capital de la balanza de pagos, por desequilibrios macroeconómicos y/o financieros (internos o externos) tales como crisis causadas por una reducción considerable en la actividad económica, o en el comercio internacional, quiebras bancarias, escasa liquidez en los mercados financieros, encarecimiento del crédito, entre otros.
En general, sólo los activos que son propiedad del banco central pueden considerarse como reserva internacional. En México, las reservas internacionales se integran por activos financieros denominados en las divisas de mayor importancia en los mercados internacionales, tales como dólares estadounidenses, euros o yenes…