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Opinión

2023, activos importantes y asignaturas pendientes

Por: José Murat

Hacia el cierre de 2023 y vísperas del año nuevo, México, América Latina y el mundo viven momentos de definición, con importantes activos de cara al futuro y notables asignaturas pendientes. La historia, como hemos apuntado en este espacio, está muy lejos de ser lineal y ascendente: hay avances y también retrocesos.

Entre los activos figura el compromiso de la comunidad internacional de intensificar las acciones para atemperar el cambio climático, especialmente una drástica reducción del uso de combustibles fósiles, antes de que sea demasiado tarde, como se patentizó en el marco de la 28 Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU, celebrada del 30 de noviembre al 12 de diciembre, en los Emiratos Árabes Unidos.

También hay que celebrar, con todo y una vacunación brutalmente inequitativa en el mundo, la pausa de la pandemia de covid-19 que tantos millones de vidas humanas cobró a escala internacional, el mayor número desde la gripe española de 1918, que también se propagó en ambos lados del Atlántico.

Entre los pasivos destaca, como uno de los signos de nuestro tiempo, bien avanzada la tercera década del siglo XXI, el retorno de la guerra en varios puntos de la geografía mundial, de manera destacada la prolongación de la confrontación bélica entre Rusia y Ucrania y la espiral de violencia en el Medio Oriente, concretamente entre Israel y una facción de Palestina. La posguerra fría, el fin de la bipolaridad mundial, no fue el fin de la historia ni el advenimiento de un mundo de paz y prosperidad compartida.

Nada indica que las hostilidades entre Rusia y Ucrania, con un elevado costo en vidas humanas y pérdidas económicas en ambas partes, vayan a cesar pronto. Al contrario, hay negociaciones avanzadas en el Congreso de Estados Unidos para otorgar otra elevada partida presupuestal, más de 50 mil millones de dólares a quien pretende llevar las fronteras de la OTAN prácticamente a las puertas del Kremlin. La moneda de cambio es el endurecimiento de la política antinmigrante, como analizamos en nuestra pasada colaboración.

En el Medio Oriente tampoco se vislumbra una solución inmediata, pues los ataques de Israel al territorio de Gaza en Palestina no cesan y la organización Hamás, con la solidaridad de una parte significativa del mundo árabe, tampoco cede en lo que considera demandas legítimas, con milenios de historia. Alcanzar el viejo anhelo –una solución de fondo– una patria y una tierra para cada una de las dos naciones, no se ve cercano.

El avance de la ultraderecha en varios países de Europa, como Italia, donde es gobierno, y Francia, España y la Gran Bretaña, donde tiene importantes espacios, y aquí mismo, en el continente, en sectores políticos de Estados Unidos y en el cono sur, con Argentina como punto de gravitación, es un retroceso que no debe subestimarse, sino alertar a las fuerzas de avanzada, para que no se propague. Las libertades fundamentales de la mujer y del hombre, y los derechos sociales cimiento de un piso de bienestar social, deben defenderse a escala universal.

La judicialización de la política en Guatemala, con la insistencia de la fiscalía general de impedir la toma de posesión del presidente Bernardo Arévalo, de orientación social y progresista, es un también un severo llamado de atención en el subcontinente latinoamericano. Habrá que estar muy atento para que haya una transmisión institucional y urbana de poderes el 14 de enero en nuestro vecino del sur.

En México, destaca la recuperación del crecimiento económico, superando las expectativas de la mayoría de calificadoras, como Fitch, que pronosticaba 1.4 por ciento en el año, cuando cerrará casi en 4 por ciento. Esto significó una mayor creación de empleos formales, alcanzando 22 millones 302 mil en el IMSS al 31 de octubre, la mayor cifra desde que se tiene registro. Este crecimiento derivó, en gran medida, de un incremento de la inversión pública y privada, en 20 por ciento.

Entre los activos también figura una disminución del porcentaje de mexicanos en situación de pobreza extrema por el nivel de ingresos –cifra publica-da por el Coneval este año–, que en el periodo 2018 al 2022 pasó del 14 al 12.1 por ciento, una reducción de 1.9, a pesar del severo golpe a la economía nacional, continental y mundial que significó la pandemia.

La reducción de la pobreza extrema, que no es una batalla ganada mientras haya un mexicano sin los mínimos de bienestar social, se concatenó con la elevación del salario mínimo, 110 por ciento en términos reales en el periodo 2018-2024, el mayor incremento porcentual en América Latina y entre los países de la OCDE.

La seguridad pública sigue siendo la gran asignatura pendiente, prácticamente desde el inicio del nuevo siglo y el nuevo milenio. Se precisa de una gran cruzada nacional, que involucre a los tres órdenes de gobierno que integran el Estado mexicano, con el monitoreo puntual de la sociedad civil, para reducir los índices de delincuencia común y organizada.

En materia educativa, la escolaridad promedio de los mexicanos mayores de 15 años ya casi rebasa el primero de bachillerato, pero el indicador de aprovechamiento y competitividad sigue siendo un gran desafío para el sistema educativo, público y privado.

En suma, México, el subcontinente y el mundo tienen avances significativos y también importantes batallas pendientes. Lo más importante, en mi colaboración de cierre del año, es desear lo mejor a todas las familias mexicanas: paz, armonía, salud y esperanza fundada de mayores logros compartidos.

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