Urden plan para acaparar el agua en la frontera con EU, acusa investigador
Monterrey, NL., 29 de abril.- La grave escasez de agua en el noroeste de México se ha convertido en un asunto de carácter geopolítico, toda vez que involucra intereses de empresarios y políticos de México y Estados Unidos que tienen ambiciosos planes de crecimiento industrial e inmobiliario, con proyectos que requieren enormes volúmenes del líquido, advirtió Raúl Rubio Cano, activista e investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
En entrevista, señaló que hay un grupo de empresarios y políticos de ambos países que “impulsan una nueva fase industrial, apoyados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que va a integrarlos más de lo que ya están, para hacer resurgir la República del Río Grande, impulsada en 1840 por Antonio Canales”, un intento de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila de independizarse.
El Bronco y Javier Corral, priistas, panistas y Samuel García
Según Rubio Cano –especialista también en temas ambientales– en este plan están involucrados los ex gobernadores de Chihuahua Javier Corral Jurado y Jaime Rodríguez Calderón, así como el priista Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; el panista Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, y el de Nuevo León, Samuel García, de Movimiento Ciudadano.
Han trabajado en años recientes de la mano de grandes capitales del sur de Estados Unidos, particularmente los de Texas, para integrarse económica y políticamente y hacer resurgir ese proyecto, de lo cual, aseguró Rubio Cano, hay pruebas.
“Son inversionistas texanos, esas familias que agarraron del Río de las Nueces, toda esa franja fronteriza, e integraron también a Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas, y están en un proceso político, un capítulo que apenas se está trabajando, con la sublevación de la Alianza Federalista de Gobernadores (la mayoría panistas)”.
Oposición de AMLO y Biden
Refirió que recientemente, en uno de los actos políticos que realizaron los cuatro gobernadores citados, quienes forman parte de la alianza, “sacaron la bandera de la República del Río Bravo, pero todavía hay quienes tenemos memoria histórica. Yo lo denuncié y la escondieron. A ese grado, ya ni las banderas nacionales de Estados Unidos o de México sacan, sino su propia bandera. Son separatistas; es un proceso de balcanización que están aprovechando”.
Afortunadamente, dijo Rubio Cano, los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de México, Andrés Manuel López Obrador, “han actuado de maravilla para ir desmantelando todo este proceso y no permitirles que saquen adelante sus perversidades, sino en todo caso someterlos”.
Detrás de algunos de esos empresarios y políticos, aseguró, hay “mafiosos” que trafican con drogas, armas, personas y órganos. Una clave, añadió, fue la averiguación que abrió la Oficina Federal de Investigación (FBI) en Estados Unidos contra el congresista texano Henry Cuéllar, a quien “le dieron un apretón ejemplar: le cayeron en su casa de Texas, le confiscaron computadoras. Él declaró y aceptó colaborar con la justicia estadunidense, y ya han comenzado a hacer detenciones importantes allá.
“Todo esto es un asunto de geopolítica donde el agua juega un papel muy importante, y por lo visto están más en un proceso de evidente saqueo, trasladando sus procesos industriales de alto consumo de agua porque en San Antonio, Texas, ya se la acabaron”, sostuvo.
El también periodista regiomontano alertó al presidente López Obrador para impedir que el gobernador Samuel García reviva el proyecto Monterrey VI, en el que hay importantes intereses inmobiliarios y empresariales, tanto texanos como regiomontanos. En su momento fue frenado por grupos ciudadanos y organizaciones no gubernamentales
Recordó que ese plan, que impulsaron sus antecesores Natividad González Parás, Rodrigo Medina Mora y Jaime Rodríguez Calderón –consistente en llevar agua del río Tampaón, desde la Huasteca potosina, al sur de Monterrey (400 kilómetros)– tendría un alto costo ecológico, medioambiental y financiero, porque se pretende construir con deuda pública.
Esto, en medio de una de las peores sequías en Nuevo León y el noreste de México, aunada a la sobreexplotación de escurrimientos superficiales, entre ellos los del Parque Nacional Cumbres, declarado en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, un sitio que en otros tiempos ha servido para la recarga de agua al subsuelo, pero actualmente presenta “un severo nivel de estiaje y resequedad profunda en su suelo”.
Para industriales, 80 por ciento del caudal
Raúl Rubio expuso que hasta 80 por ciento de toda el agua que se consume en la zona metropolitana de Monterrey la usan empresas del sector industrial, entre ellas algunas que literalmente exportan millones de litros del líquido, ya sea envasado, en refrescos y en cervezas, como lo hacen Arca Continental y Bebidas Mundiales, así como Femsa.
Puso por ejemplo el complejo industrial Ternium y otras compañías a las que en años recientes se les permitió instalarse de este lado de la frontera luego de que se acabaron el agua en Texas. “Consumen una enorme cantidad del líquido para sus calderas y sistemas de enfriamiento”, explicó.
Ternium produce aceros de alta calidad para las industrias automovilística y productos de línea blanca y a principios de este año anunció que invertirá mil millones de pesos para la ampliación de su infraestructura en Nuevo León.
Otro caso es el de la trasnacional española Iberdrola, cuya gigantesca planta de ciclo combinado y vapor para la generación de electricidad, ubicada en el municipio de Pesquería, utiliza agua superficial de ríos en esa región, pero también grandes volúmenes del subsuelo.
En el fondo, aseguró, los empresarios del Grupo Monterrey “quieren agua para seguir desarrollándose como núcleo industrial del norte del país”, pues, aunque cada vez más los procesos industriales han racionalizado el consumo, “eso no quiere decir que no vayan a utilizar agua. Las industrias automotriz, electrónica, robótica y eléctrica no dejan de crecer”.