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“Tener estilo implica originalidad y valentía”, afirmaba Iris Apfel

Por: Israel Campos Mondragón / La Jornada

La estadunidense Iris Apfel, experta textil, diseñadora de interiores y celebridad de la moda conocida por su estilo excéntrico, falleció el viernes a la edad de 102 años. Su deceso fue confirmado por su agente comercial, Lori Sale en un comunicado, la noticia también fue reportada en su cuenta verificada de Instagram, sin informar la causa de la muerte.

Apfel era extraordinaria. Trabajar a su lado fue el honor de mi vida. Echaré de menos sus llamadas diarias, que siempre recibía con la consabida pregunta: ¿Qué tienes para mí hoy? Es la prueba de su insaciable deseo de trabajar. Era una visionaria en todos los sentidos de la palabra. Veía el mundo a través de una lente única, adornada con unas gafas gigantes y distintivas que se posaban sobre su nariz, agregó Sale en el documento.

La autodenominada vedete geriátrica (geriatric starlet, en inglés) alcanzó su mayor fama entre sus 80 y 90 años, fue un ícono de la moda del barrio neoyorquino de Queens, reconocible a kilómetros por sus enormes gafas de montura negra, su labial rojo brillante, cabello corto y blanco, su presencia destacó en todos los desfiles de modas a los que asistía.

Su estilo fue objeto de exposiciones en museos y de un documental llamado Iris (2014), dirigido por Albert Maysles (1926-2015), también se convertió en la persona de mayor edad, con 94 años, en ser inmortalizada como una muñeca Barbie, de tal manera que se unió a luminarias como la modelo estadunidense Gigi Hadid, la escritora británica J. K. Rowling y la bailarina Misty Copeland, quienes tienen ese estilo de muñecas a su imagen y semejanza. No soy guapa y nunca lo seré, pero no importa, tengo algo mucho mejor. Tengo estilo, dijo alguna vez.

Apfel nació el 29 de agosto de 1921 en el seno de una familia judía de Queens, estudió historia del arte, tomó fama en el mundo de la moda por sus atuendos irreverentes y llamativos que mezclaban alta costura y bisutería de gran tamaño. Una de sus vestimentas clásicas era combinar una boa de plumas con gruesos adornos, brazaletes y una chaqueta decorada con abalorios nativos americanos.

En las redes sociales disfrutó de popularidad al alcanzar casi 3 millones de seguidores en Instagram, donde se puede leer en su perfil: Más es más y menos es aburrido. En TikTok sumó 215 mil suscriptores que la observaban mientras hablaba de moda, estilo y promocionaba colaboraciones recientes.

Tener estilo y estar a la moda son dos cosas completamente distintas, se puede comprar fácilmente para estar a la moda. El estilo creo que está en tu ADN, implica originalidad y valentía, dijo en una publicación en TikTok.

Dio un paso lógico en la era de las redes sociales al lanzar sus propios emojis. “Todo el mundo me preguntaba por los emojis y yo ni siquiera sabía qué eran. Para mí es un poco tonto, pero sé que es cuestión de la brecha generacional”, dijo a la revista Vogue.

Nunca se retiró. En declaraciones a diferentes medios estadunidenses afirmó: “creo que retirarse a cualquier edad es un destino peor que la muerte. Que llegue un número no significa que tengas que parar.

Iris Apfel fue experta en tejidos y telas antiguas. Ella y su marido Carl Apfel (1948-2015) fueron propietarios de la empresa textil Old World Weavers, donde se especializaron en trabajos de restauración, destaca el proyecto realizado en la Casa Blanca con seis presidentes distintos, además entre los clientes famosos de Apfel con los que trabajó destacan la empresaria estadunidense Estée Lauder y la actriz Greta Garbo.

Recientemente firmó una colección para la marca H&M, tras una serie de colaboraciones con firmas como Citroën, Magnum, Happy Socks o MAC.

Su pelo blanco recortado, enormes lentes, pintalabios brillante y sus collares de maxicuentas le valieron una estrafalaria distinción entre la alta sociedad neoyorquina. Apfel llenó dos plantas de su apartamento de Park Avenue con obras de los grandes diseñadores del siglo XX, amasadas a lo largo de sus múltiples décadas de vida.

El Museo Metropolitano de Nueva York organizó en 2005 la primera gran retrospectiva de su guardarropa, cuando Apfel admitió que era propensa a comprar joyas interesantes en una baratija de Harlem como en Tiffany’s. Nunca evitó el color ni las siluetas poco convencionales, instó a las jóvenes en una reunión a abandonar el uniforme moderno de medias negras o jeans con suéteres, botas y chaqueta de cuero.

En redes sociales, sus seguidores lamentaron su pérdida y escribieron en las cuentas de Apfel su admiración y cariño. Famosas como Thalía, Majo Aguilar o Jesse & Joy no dudaron en lamentar su partida.

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