No hay pruebas firmes de que la tecnología ayude en educación: Unesco
A pesar de que el uso de las tecnologías para la enseñanza (TIC), como clases en línea, dispositivos electrónicos y acceso a Internet en las escuelas, es un tema central en la agenda de la mayoría de los países, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) alerta que si bien pueden hacer accesible el derecho al aprendizaje a millones de personas, «no existen muchas pruebas sólidas sobre el valor añadido de su impacto en la educación”.
Subraya que la tecnología evoluciona a un ritmo mayor del que es posible evaluar. En promedio, explica, los productos de tecnología educativa cambian cada 36 meses, y la mayoría de las pruebas proceden de los países más ricos, en particular de quienes intentan vender dichos aditamentos.
El organismo de Naciones Unidas destaca el caso de la compañía editorial y de servicios educativos multinacional Pearson, que financió sus propios estudios «para refutar análisis independientes donde se demostraba que sus productos no tenían ninguna incidencia».
El acceso a aditamentos educativa, señala en un informe sobre su uso en el aula, aún es «muy desigual», pues las clases a distancia aún no logran alcanzar a 72 por ciento de los alumnos más pobres del planeta, y 31 por ciento no tuvo acceso a estos apoyos durante la pandemia.
A ello se suma que su uso puede ser perjudicial si se emplea de forma inapropiada o excesiva, advierte en el informe Tecnología en la educación: ¿una herramienta en los términos de quién?, que se emite como parte del correspondiente al seguimiento de la educación en el mundo. Revela que pruebas estandarizadas, como la del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) «sugieren una relación negativa entre un uso excesivo de las TIC y los resultados académicos de los estudiantes».
En 14 países, agrega el estudio, se ha concluido que el solo hecho de estar cerca de un dispositivo móvil «distrae a los estudiantes y tiene un efecto negativo en el aprendizaje».
La Unesco señala que dichos productos deben centrarse en los resultados del aprendizaje, no en el aporte tecnológico. En Estados Unidos, una evaluación de más de 2 millones de estudiantes identificó que las brechas de aprendizaje se amplían cuando la enseñanza se imparte exclusivamente a distancia, mientras en Perú la entrega de más de un millón de computadoras portátiles no generó ningún impacto.
Y lo mismo ha ocurrido en México, con la entrega de tabletas y del programa Enciclomedia, aplicado en el sexenio de Vicente Fox.