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México

Tras ataque a las Torres Gemelas tuvimos que reaprender a viajar: Darío Flota

Por: Rosario Ruiz Canduriz/ La Jornada Maya

Quintana Roo, 10 de septiembre.- Sin duda, el 11S, que este sábado cumple 20 años, marcó un antes y después en la industria de los viajes; para Cancún fue un duro golpe, pero, casualmente, el atentado ocurrió en la temporada baja (septiembre) y permitió que para la temporada alta (diciembre) ya hubiese una mayor familiaridad con los nuevos protocolos de traslado, mencionó Darío Flota Ocampo, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ). 

Recalcó que en 2001, él era presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV); esa mañana tenía junta de consejo y uno de los asistentes dijo que había visto en las noticias que había ocurrido un accidente aéreo en Nueva York y conforme fueron evolucionando los reportajes, se confirmó que no había sido un accidente sino un ataque extremista. 

“No imaginábamos el impacto y las repercusiones que habría de ese entonces en adelante. Pensábamos que sería un impacto menor, pero el ataque resultó en una afectación no sólo para Quintana Roo, sino para el mundo entero. La actividad turística ha demostrado esa gran resiliencia que tiene, la fortaleza con la que se adapta a nuevas condiciones, pues los cambios que vinieron a partir de entonces eran difíciles de imaginar, aunque ahora los vemos con mucha normalidad”, precisó. 

Modificaciones para viajar

Entre estas modificaciones mencionó el ya no poder llevar ciertos artículos o productos en las maletas de mano, la necesidad de llegar a los aeropuertos con más tiempo de anticipación, equipar a las terminales aéreas con maquinarias de revisión y monitoreo de los equipajes e incluso, durante algún tiempo, se tuvo que pagar una tarifa por servicios de revisión y por el combustible, que subió de precio. 

El Caribe Mexicano, mencionó, lleva un trabajo cercano con aerolíneas y dependencias de Estados Unidos, derivado del alto número de turistas de esa nacionalidad que llegan a este destino (alrededor de tres millones anualmente); en el aeropuerto de Cancún, indicó, se cuenta con equipos y medidas de seguridad incluso más sofisticados que los que tienen algunas de las terminales estadunidenses. 

“El aeropuerto de Cancún se considera un lugar seguro no sólo en la percepción del viajero sino de las compañías aéreas y el gobierno norteamericano”, dijo y recordó que se reciben vuelos de 42 terminales aéreas de Estados Unidos. Incluso, a partir de la pandemia, se abrieron nuevas rutas, derivado en parte de las restricciones de vuelos hacia otros puntos del planeta. 

Incremento en las medidas de seguridad

Hasta antes del 11S, destacó el director del CPTQ, no sabíamos de primera mano lo que era un ataque extremista; algo que nos parecía lejano vino a repercutir en la forma de viajar. El hecho generó un aprendizaje que no necesariamente significó miedo a viajar, sino la confianza de saber que con el incremento en las medidas de seguridad, el factor de riesgo de otro ataque similar se redujo. 

“El peligro de viajar no está superado y seguro veremos más medidas de prevención, éstas se han ido sofisticando y cada día vemos equipos más modernos, tecnología e intercambio de información que antes no existía. Ahora se verifican las listas de pasajeros antes de que aborden, el gobierno de Estados Unidos sabe con mayor fidelidad quien llega a su territorio, hay más control y eso es lo que vamos a ver a futuro: mayor sofisticación en materia de seguridad”, concluyó.

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