Miles de lectores acuden al 15 Gran Remate de Libros en el Monumento a la Revolución
Ciudad de México, 7 de abril.-La Plaza de la República se ha transformado en estos días de asueto en una bullante fiesta del saber y la imaginación con el 15 Gran Remate de Libros y Películas que se realiza allí desde el miércoles y hasta este domingo, de 11 a 20 horas.
En el transcurso de este jueves, miles de personas –solas, en pareja, en familia o en grupo de amigos– acudieron a ese céntrico espacio para apreciar la exorbitante variedad de títulos que se ofrecen y, en un alto porcentaje, aprovechar los incomparables descuentos y promociones, con precios desde 10 hasta 150 pesos.
Los hay para todos los intereses y gustos. Técnicos, de historia, ciencias, filosofía, derecho, economía, religiosos, clásicos, de narrativa, de poesía, infantiles, de ensayo… Son miles de libros que han pasado largo tiempo, injusta e inexplicablemente, arrumbados en la penumbra de bodegas y que ahora aguardan el momento para iluminar no sólo el rostro de quien los descubre de entre un botadero, sino el bagaje, el conocimiento o la imaginación, según sea el caso, de quien habrá de leerlos.
Los organizadores han dispuesto una decena de carpas de enormes dimensiones a lo largo de la explanada donde se ubica el Monumento a la Revolución. En ellas se alojan 170 expositores y 350 sellos editoriales, desde los más poderosos de la industria hasta independientes y marginales, así como grandes y pequeñas librerías, e, incluso, algunas de tipo virtual.
En un recorrido puede apreciarse cómo cientos de lectores de todas las edades y clases sociales se arremolinan en torno de las mesas para buscar entre los océanos de libros los que más llamen su atención, o bien, si son muy afortunados, aquel título o autor que específicamente buscan.
Hay quien adquiere no uno ni dos, sino hasta siete u ocho ejemplares por menos de 500 pesos, como hizo el médico cirujano Raymundo Solís Gómez, de 23 años, quien acudió a este gran remate acompañado por una amiga con la finalidad de hacerse de la novela Persuasión, de Jane Austen.
Al no encontrarla, refirió, aprovechó que “hay libros muy buenos y a precios superaccesibles”, y compró seis títulos, entre ellos No será la tierra, de Jorge Volpi; La vida nueva, de Orhan Pamuk, y Dos años, ocho meses y veintiocho noches, de Salman Rushdie.
“Me voy muy contento, gasté muy poco. Es la primera vez que vengo a este remate de libros. Me parece una estrategia adecuada de fomento de la lectura y la cultura hacia las personas. Voy de manera frecuente a las librerías, pero pienso que para quienes no lo acostumbran, ésta es una buena forma de invitarlas a leer.”
No es poco común encontrarse entre las carpas con personas que llevan consigo una ancha resma de libros, como doña Refugio, quien a sus 75 años acompañó a su nieto que quería comprar unos cómics y adquirió cinco libros. “Y no me llevo más, porque ya estoy cansada y tengo mucho calor”, confesó.
También es postal frecuente toparse con aquellos que portan varias mochilas e incluso maletas repletas de ejemplares, entre ellas las hermanas Nora e Itzel Peregrina, quienes rompieron el cochinito “para aprovechar los descuentos; es que la verdad están rebién los precios”. Ya con más de dos horas de visitar diversos expositores, ignoraban cuántos libros llevaban, lo que sí sabían es que entre las dos, apenas habían gastado menos de 2 mil pesos.
¿Cómo es posible ofrecer rebajas y promociones de esta magnitud? Ricardo Luna, de Macondo Libros, librería con sede en la capital del país, explicó que una de las vías es adquirir a las editoriales por mayoreo, lo cual permite que el precio sea diferente al que se ofrece al público. Otra manera, agregó, es comprar bibliotecas usadas.