Los varones, más propensos que las mujeres a abandonar la escuela: Unesco
El abandono escolar entre niños y jóvenes va en aumento. Se estima que de 259 millones de niñas, niños y adolescentes que no asisten a la escuela en el mundo, al menos 132 millones son varones.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destaca que si bien las niñas aún enfrentan desafíos para garantizar su acceso a la escuela, los niños corren más riesgo de repetir curso, no avanzar en sus estudios, desertar de las aulas o no adquirir los aprendizajes necesarios.
En el Informe mundial sobre la desvinculación de la educación de los niños, con datos de 140 naciones recopilados en 2022, destaca que entre las principales causas del abandono escolar de los varones está la pobreza y la necesidad de trabajar, las normas de género, la violencia, la disciplina severa, los castigos corporales, e incluso, las expectativas, que tienen un impacto en su motivación para aprender.
Agrega que si no se toman medidas para abordar las necesidades de aprendizaje de todos, “es muy posible que los cierres prolongados de las escuelas y el impacto a largo plazo del covid-19 en términos de pérdida de aprendizaje y abandono escolar, agraven las disparidades de género existentes”.
La Unesco alerta que pese al incremento de la disparidad de género en el acceso a las oportunidades educativas, hay pocos programas e iniciativas que aborden el fenómeno de forma holística, mientras las políticas sistémicas y específicas de genero “son aún más raras”.
Pocos países de renta media o baja, apunta el organismo multinacional, cuentan con políticas específicas para mejorar la tasa de matriculación y finalización de la educación primaria y secundaria de los niños varones, ni siquiera en aquellos en los que los sufren mayores desventajas.
Pocas políticas, programas o iniciativas abordan las desigualdades transversales como el aislamiento, la riqueza, la discapacidad, la etnicidad, la lengua, la migración, el desplazamiento, el encarcelamiento, la orientación y la expresión de género o la religión.
Frente a estos desafíos, la Unesco propone impulsar una reducción en el costo de la escolaridad, mejorar las infraestructuras educativas, favorecer la accesibilidad y calidad del nivel prescolar, proporcionar apoyo y educación no formal para respaldar el retorno a la escuela, evitar la división y la segregación, mejorar la calidad del profesorado, la contratación, los programas y la pedagogía, además de prohibir el castigo corporal y hacer frente a la violencia de género.