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Economía

Empresas mexicanas pueden mitigar impacto de aranceles al acero y aluminio

Por: Redacción La Jornada Baja California

Tijuana, 19 de julio. Las nuevas medidas arancelarias al mercado del acero y aluminio impuestas por el gobierno de Estados Unidos imponen retos significativos para las empresas mexicanas, sin embargo, a través de una cuidadosa gestión de la documentación y el aprovechamiento de beneficios arancelarios, pueden mitigar el impacto de estas regulaciones y continuar operando eficientemente en el comercio internacional.

De acuerdo con Ignacio Casas Fraire, coordinador de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad, Campus Tijuana, desde mayo de 2024, la administración de Joe Biden anunció un incremento arancelario de 18 mil millones de dólares para proteger a trabajadores y negocios estadounidenses de las prácticas comerciales desleales de China

Lo anterior incluye un 25 por ciento al acero y aluminio, 50 por ciento a semiconductores y celdas solares, y 100 por ciento a vehículos eléctricos. Estas medidas buscan frenar la transferencia forzada de tecnología y el robo de propiedad intelectual por parte de China.

Explicó que México, como socio de Estados Unidos, se comprometió a colaborar exigiendo información sobre el origen del acero importado para evitar la triangulación de bienes chinos. 

Las nuevas regulaciones establecen aranceles del 25 por ciento sobre el acero y del 10 por ciento sobre el aluminio importados desde México si no cumplen con el requisito de ser fundidos y vertidos en alguno de los tres países de la región T-MEC. Esta medida también se extiende a países como Bielorrusia, Irán, Rusia y principalmente China, el mayor exportador de estos metales.

“Ahora, con el TMEC, México y Canadá habían negociado excepciones a estos aranceles, pero recientes quejas en Estados Unidos señalan que México podría estar siendo utilizado para introducir acero chino subsidiado en el mercado estadounidense”, mencionó.

Para el trato arancelario preferencial, los importadores de acero y aluminio de México deben proporcionar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detalles del origen del metal, incluyendo un certificado de análisis que acredite que el país primario, secundario o más reciente de fundición no sea China, Rusia, Bielorrusia o Irán.

“Las empresas mexicanas pueden enfrentar estas medidas mediante varias estrategias. Una de ellas es aprovechar el Artículo 2.5 del T-MEC, que permite a las empresas con programas de diferimiento como IMMEX aplicar el menor de los dos aranceles: el pagado en México o el adeudado en Estados Unidos. Esto evita el pago de aranceles duplicados y puede ser una medida de alivio para las exportaciones mexicanas que incluyan insumos de acero y aluminio”, externó el académico.

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