Banco de España: en 2025 la inflación cederá de manera gradual en México
Madrid, 23 de julio. México y el conjunto de América Latina, aunque a diferentes ritmos, revertirán de forma gradual la espiral inflacionista de los últimos tres años, desatada en parte por la crisis del covid-19 y las guerras en el mundo, sobre todo la de Rusia y Ucrania y sus efectos en el mercado de la energía, según un informe sobre la región realizado por el Banco de España.
En el documento, elaborado por el Departamento de Economía y Zona Euro de la institución pública, también se destaca la buena evolución macroeconómica de las dos economías hegemónicas en la región, es decir, México y Brasil, que en los próximos años alcanzarán un ritmo de crecimiento ligeramente superior al potencial (por encima de 2.1 por ciento).
En su «Informe de economía latinoamericana. Principales condicionantes del ciclo de relajación monetaria», el Banco de España analiza la evolución del último semestre en la región y hace una prospección a corto y mediano plazos sobre la evolución de las principales economías, entre las que destacan por su fortaleza las de México, Brasil y Colombia.
Costo de los servicios, obstáculo generalizado
Una de las principales conclusiones es que la tendencia inflacionaria comenzará a revertirse de forma gradual en los próximos trimestres, lo que dará paso a un progresivo recorte de los tipos de interés por parte de las autoridades monetarias centrales, aunque a ritmos diferentes en cada país.
Uno de los principales hallazgos del informe es que la persistencia de la inflación de los servicios ha experimentado un notable incremento en el reciente episodio inflacionista, y se mantiene claramente por encima de su nivel previo a la pandemia.
Advierte que , «según un modelo econométrico que ajusta la evolución histórica de los precios relativos de los bienes y los servicios, el crecimiento proyectado de los precios de los servicios para los próximos trimestres se situaría entre 4 y 5 por ciento, frente al 2 por ciento en promedio de los bienes. De confirmarse esta dinámica, la inflación de los servicios seguiría siendo elevada a corto plazo en América Latina, especialmente en países como México».
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La magnitud y la duración de la baja de tasas dependerá fundamentalmente del comportamiento de la inflación, que a su vez estará condicionado por factores como la evolución de la actividad económica, la volatilidad de ciertos precios, la persistencia inflacionaria y la política monetaria en Estados Unidos.
Por otra parte, las economías latinoamericanas crecerían en 2024 a tasas cercanas a las potenciales, lo que supone una desaceleración respecto a 2023 en Brasil y México, y una aceleración en Chile, Colombia y Perú.
En el documento se advierte que «el crecimiento se está viendo favorecido por la resiliencia del mercado de trabajo, por el proceso de reducción de tipos de interés, por el aumento del precio de las materias primas para algunos países productores y por la reducción de la incertidumbre sobre las políticas económicas en algunos países. Mientras, los principales riesgos para el crecimiento económico de la región son dos: que la política monetaria de Estados Unidos sea más restrictiva de lo esperado por los mercados financieros y que la economía china se desacelere más de lo previsto, debido, por ejemplo, a una agudización de las dificultades de su sector inmobiliario».
El informe concluye que en «el panorama económico de América Latina se perfila una reducción gradual de la inflación, que requerirá de un ajuste heterogéneo de la política monetaria y enfrentará retos importantes en materia de persistencia inflacionaria y recuperación económica desigual». Al mismo tiempo, destaca la solidez de las índices macroeconómicos en México y Brasil, los dos motores de la región, donde además prevén una estabilización gradual de la deuda pública y una recaudación tributaria más eficiente.