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Cultura

Usan el tejido para denunciar todas las formas de violencia en México

Por: Fabiola Palapa Quijas / La Jornada

Hilos se reúne todos los domingos en el parque Rojo de Guadalajara para promover la empatía, la denuncia social y la equidad de género. Foto Álvaro Argüelles/cortesía del colectivo Hilos

Por: Fabiola Palapa Quijas / La Jornada

Conformado por artistas, gestoras, sicólogas, sociólogas y diseñadoras, el colectivo Hilos se reúne todos los domingos de las 11 a las 14 horas en el parque Rojo de Guadalajara para tejer, como una forma de resiliencia y visibilización de la violencia que se vive en el país.

Fundado en 2018 por la artista Claudia Rodríguez, en Hilos se utilizan los textiles como principal medio de expresión, al tiempo que promueve la empatía, la denuncia social y la equidad de género. Entre sus fines principales está la denuncia de todas las formas de violencia y generar una cultura de inclusión, respeto y paz.

“Hicimos varios proyectos durante 2018, pero a finales de 2019 vimos la necesidad de visibilizar la violencia y hablar de lo que pasaba en Jalisco, de las desapariciones y feminicidios. Empezaron a subir los números de manera alarmante y como artistas comprometidas con los derechos humanos y con el arte social decidimos desarrollar un tejido colectivo que fuera una metáfora de la sangre derramada por la violencia”, explicó Rodríguez a La Jornada.

Las integrantes de Hilos decidieron desarrollar un tejido como una metáfora de la sangre derramada por la violencia y particularmente de las situaciones en las que se presentaban las desapariciones y trata de personas. “Conocimos al colectivo de familiares de personas desaparecidas en Jalisco, Por amor a ellxs, y nos dimos cuenta de que se sentían muy solas en su búsqueda; nos platicaron que una vez, durante una marcha, invitaban a la gente, pero nadie se les unía. Tiempo después recibieron correos de muchas personas que tenían familiares desaparecidos; sin embargo, les daba miedo acercarse a las marchas o denunciar.

“Pensamos que a través del arte se podía hacer algo menos amenazante y en lo que la gente se involucrara para crear un tejido social. Creemos que tejer es una forma de resiliencia, de conocer y dialogar más con las personas y familiares que tienen desaparecidos, de esta forma hemos visto cierta corresponsabilidad, porque guardar silencio no sirve de nada.”

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Hilos busca tocar y mover conciencias y sensibilidades por medio de acciones artísticas y lenguajes visuales en distintos formatos y tendencias. El hilo se ha convertido en materia y símbolo de libertad, creatividad y juego, así como una representación de las ataduras, los apegos y las hebras que las mueven en lo individual y social.

Para sus integrantes, el tejido también es una forma de memoria, “que deja constancia de lo que vivimos y padecemos, de nuestras inquietudes y aspiraciones, de las maneras como nos tejemos, nos narramos y habitamos nuevos mundos”.

Claudia Rodríguez comentó que reunirse en el parque Rojo los domingos también es una forma de “recuperar el espacio público ante el miedo de salir porque nos puede pasar algo. Este proyecto nos ayuda a confiar en el otro, sobre todo después de la pandemia, que nos teníamos miedo unos a otros”.

La propuesta de tejer ha tenido una respuesta impresionante y existen otros colectivos en diversos países que se han sumado al proyecto en Chile, Argentina, Perú, Venezuela, España, Alemania, Holanda y Honduras.

“Nos dimos cuenta de que no es un problema local, sino que esas violencias han atravesado todo el mundo, particularmente Latinoamérica, y compartimos mucho este dolor. Con motivo de los 50 años de la dictadura chilena se está tejiendo mucho en ese país. El tejido se pone en monumentos, en lugares donde se torturaron personas.

“Nos importa mucho que la gente se sume, tenemos el lema ‘Cien mil desaparecidos en mil metros tejidos’ y ya son más de 110 mil personas desaparecidas en México. Quizá nunca vamos a llegar a tejer todo eso, pero nos interesa el simbolismo y que las personas sientan que sus manos son importantes, que su voz es importante, y que solamente unidos vamos a lograr un cambio.”

Rodríguez recordó que en 2020 surgió el proyecto Sangre de mi sangre por la marcha del 8 de marzo y la mancha roja del tejido elaborado con hilo rojo representaba la sangre generada por la violencia, ya que “no es normal que desaparezca la gente, no es normal que maten mujeres. El tejido te permite hablar desde muchos lugares, por eso nos interesa seguir”.

Desde su creación, Hilos ha realizado diversas intervenciones en monumentos emblemáticos de distintas ciudades, además de haber participado en marchas de protesta y reivindicación, como la del 8M y las que organizan las familias de personas desaparecidas, así como las reuniones para tejer en plazas públicas.

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