Realiza Cecut las mesas de análisis en el Foro Internacional de Cultura y Migración
Tijuana, 21 de septiembre.- El Cecut en días pasados ofreció el Foro Internacional de Cultura y Migración, compuesto por cuatro mesas de análisis y reflexión en las que se vislumbran las primeras acciones rumbo a MONDIACULT 2022, Conferencia Mundial de la Unesco, que tendrá lugar del 28 al 30 de septiembre de 2022 en la Ciudad de México.
La Secretaría de Cultura federal a la que pertenece el Centro Cultural Tijuana, es encabezada por Alejandra Frausto Guerrero, cuya iniciativa consigue que nuestro país albergue a MONDIACULT 2022, reunión de 193 ministros de cultura de las seis regiones del mundo, quienes reflexionarán sobre políticas culturales y desarrollo sostenible.
En las mesas del Foro Internacional de Cultura y Migración, registrado ante la Unesco, activistas intelectuales, artistas, diplomáticos, académicos y especialistas abordan la migración, desde sus diversas perspectivas de manera transversal y dotan a los fenómenos migratorios de una conceptualización dinámica y vigente.
Reflexiones sobre los derechos culturales y migración, fue la Mesa 1 del foro, contó con la visión antropológica de Samanta Leyva Cortés, quien desafió a los presentes a pensar en la aceptación de la otredad y el dinamismo cultural, “cuando los migrantes se quedan habitando en lugares de frontera, los bagajes culturales con los que vienen cargando se despliegan y forman un tipo de hibridación, se potencian las dinámicas culturales, Tijuana es representativo en cuestiones artísticas y culturales gracias a estos flujos migratorios”.
Soraya Vázquez Pesqueira aportó la postura del activismo, refirió que las actividades artísticas y culturales de las instituciones regionales “son una especie de sanación, generan un alivio y deben ser parte de la inclusión de los migrantes a la comunidad”.
“Así como se transversalizó la perspectiva de género y todo mundo entiende de qué se trata, así tendría que ser con el tema de la migración como un derecho humano”, concluyo la activista.
Carlos Villaseñor Anaya de la Asociación Civil Interactividad Cultural y Desarrollo, quien moderó la mesa apuntó, “todos los países de América latina se han incorporado a las migraciones, pero también Asia, África y Oriente medio quienes han añadido un componente a la efervescente diversidad cultural de Tijuana”.
Y añadió: “poco se ha analizado el importante papel que tiene Cecut como mediador cultural de la diversidad de Tijuana, en términos de trasmitir saberes y expresiones, formas que habitualmente utilizamos para relacionarnos los mexicanos, sería una acción importante para Baja California y para Mondiacult, ver cómo este recinto incide en la cultura sostenible, siempre estará mejor un migrante que puede escuchar música o ver teatro”, aseguró.
Adriana Espinosa Nolasco, Visitadora Adjunta en Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California señaló, “en Cecut empezamos a conocer la tradición del Día de los Muertos, empezamos a ver desde otro ámbito cultural las raíces de nuestros connacionales, debemos sumarnos, ser inclusivos con todas las nacionalidades, de las cuales 52 están inscritas en educación básica en nuestro estado”.
El papel de la cultura como elemento integrador para mujeres migrantes es el nombre de la Mesa 2, fue moderada por la académica Guadalupe Moreno Toscano, acompañada por Diana Duarte de la Universidad de Chile, quien ha investigado sobre las mujeres migrantes que residen en Santiago a través de prácticas dancísticas.
“Las mujeres ocupamos un lugar más activo en la gestión de actividades culturales y en la difusión de las prácticas que se trasladan desde el lugar de origen en sus propios cuerpos, el sonido, el movimiento, viajan con ellas, entonces es mayor la participación de mujeres ya sea como profesoras, participantes o estudiantes”.
Para Lídice Figueroa, dedicada a la arteterapia de las artes visuales “la cultura, temas de arte, compartir comida, capacidades y habilidades, pueden ser formas de empezar a crear interacciones entre los que llegan y los que están. El arte es maravilloso, pero no es lo único, se requieren muchos actores en esta cuestión de la integración”.
Georgina Ramos, quien promueve procesos de reunificación familiar en Estados Unidos de población en contexto de movilidad aseguró, “la cultura es esencial para dar continuidad al proyecto migratorio en el destino de las personas, es la forma de hacerse conocer, es un gran mecanismo de afrontamiento para sobrevivir el trayecto, para vivir de una manera más digna pero además es una forma de presentarse en la comunidad de destino”.
“El arte salva porque es un medio de expresión, la arteterapia es una forma maravillosa también de sanar, de ir construyendo o de ir siguiendo un proceso de sanación de todas las heridas que traes desde la jornada migratoria”, concluyó.
En la Mesa 3, moderada por Eduardo Tadeo, Quehacer artístico en el contexto migratorio, los participantes abundaron sobre los retos de la comunidad artística y migrante en distintos países, Tamara Conde, artista plástica tijuanense radicada en la República Checa, confió que veía una discriminación selectiva en ese país hacia los artistas migrantes, quienes se sienten frustrados por no poder participar en certámenes europeos y que el contexto lingüístico dificulta su acceso a la exhibición.
Roberto Rosique, artista, académico y curador artístico puntualizó, “el artista migrante que llega a Tijuana encuentra que, si bien hay una multiculturalidad, hay un rezago en cuanto a la importancia que tiene la cultura y no hay consumo de cultura, no puede vender sus obras”, el experto añadió finalmente, que como latinoamericanos, “debemos exigir que se nos reconozcan nuestras cualidades creativas con la misma línea con se reconocen las hegemónicas”.
La artista escénica Gisel Vergara apuntó, “algunos migrantes no cuentan con derechos al cambiar de país, algunos se encuentran en situaciones violentas, hay que entender que no solo se trata de una brecha del lenguaje para poder crear procesos creativos, sino cuales son las políticas públicas culturales que nos pueden mover a un planteamiento de oportunidades iguales para la creación a partir de la equidad”.
Para la artista plástica venezolana Sofia Saavedra, “las individualidades y las instituciones podemos generar un cambio, hacer puentes desde nuestros pequeños nichos, es fundamental la sistematización, la escritura de estos debates, asumir que el arte es sumamente político y solicito que las instituciones asuman su rol en este momento histórico como humanistas y comprendan desde dónde están hablando los artistas”.
César Villanueva moderó la Mesa 4, Migración y Cultura, miradas desde la diplomacia pública y cultural. En esta el cónsul general de México en San Diego, Gaspar Orozco, fue enfático en afirmar “estos temas deben ser enfocados de manera transversal para que vayan más allá del Estado, pues competen a muchos más actores”.
Guadalupe González Chávez consultora y académica dijo “la migración es parte de un fenómeno global, hace 20 años se dijo que iba a ser una de las 10 tendencias mundiales y cuando lo relacionamos con políticas públicas y cultura estamos hablando del papel fundamental que juega la población en movilidad a lo largo de la historia, tenemos preocupación especial por los desplazados”.
Eduardo Tadeo refirió “la diplomacia cultural tiene que ver con ejercicios de proyección de la identidad de una comunidad, hay que trazar proyectos que permitan la inclusión de las distintas diásporas, mismas que han estado gestionando estrategia de comunicación y proyección identitaria”.
“Como Estado nos debería preocupar que las personas que se identifican como hispanos o latinos, en su mayoría mexicanos en Estados Unidos, y que son el sector con mayor crecimiento en ese país, tengan muy claro qué es lo mexicano, han perdido el lenguaje y su gastronomía, me parece que sería importante que tengan esta conciencia y actúen desde lo propio para generar la cohesión necesaria”, aseguró Carlos Villaseñor.
Edgardo Bermejo, experto en historia, literatura y diplomacia cultural, alertó, “el tema migratorio es uno de los grandes temas y desafíos del mundo, tiene el peso del cambio climático y no ha sido estudiado de la misma manera en las políticas culturales ni en las diplomacias”.
Karla Valenzuela, realizó un apunte sobre los estudios que se han hecho en todo el mundo y “han demostrado que las actitudes hacia los migrantes se ven mucho más favorecidas cuando los residentes y ciudadanos de un país pasan tiempo con ellos y es la cultura la que permite estos acercamientos, también la diplomacia debe apoyarse en el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil”.
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