Puesta en escena invita a una travesía de autoconocimiento a través del Tarot
Ciudad de México, 22 de febrero.- Los arcanos del Tarot: el mago, la sacerdotisa, la emperatriz, el emperador, el sumo pontífice, la justicia, el ermitaño, la fuerza, el colgado, la muerte, la templanza, el diablo, el sol, el loco, son algunos de los personajes que instruyen, aconsejan y acompañan a un viajero o viajera (según sea el caso), por una travesía de autoconocimiento, un viaje durante el cual serán cuestionados sus pensamientos, emociones, miedos, frustraciones y anhelos, en la puesta en escena Del mago al loco, una revelación del tarot, que con la compañía Teatro de Ciertos Habitantes, se escenifica sábados y domingos en el Museo Nacional de San Carlos.
Con dramaturgia y dirección de Claudio Valdés Kuri, la puesta en escena tiene como escenario la bella arquitectura neoclásica de ese recinto museístico, cuyo patio oval se convierte en una especie de santuario oculto del autoconocimiento, donde el viajero tendrá que enfrentar una serie de pruebas, las cuales corresponden al simbolismo que representan los arcanos mayores del Tarot.
La idea es “articular de forma alegórica el universo de los arquetipos que conforman la sique, la condición y naturaleza humana, representada a través de las imágenes del Tarot”.
En cada función hay un invitado diferente que desconoce las “pruebas iniciáticas” a las que se va a enfrentar, y aunque la obra tiene una estructura dramatúrgica establecida, la narrativa cada noche es distinta, según las acciones, reacciones y respuestas que ofrece en ese momento el viajero.
En su arduo camino del “autoconocimiento”, el invitado a escena “conocerá el secreto de las cosas, el arte de aprender a aprender”. Será cuestionado, aconsejado, presionado y apapachado; orillado a reflexionar sobre qué es la sabiduría, a tomar una decisión entre el deber y el querer, a asumir las consecuencias de esa decisión y ser responsable de la misma.
También experimentará el valor de lo que es justo e injusto, así como la importancia de ser consciente. Se enfrentará a “la vorágine de las emociones, a la rueda de la persecución, a las abrumadoras contingencias y situaciones que se viven en la vida cotidiana”.
Conocerá la importancia de la confianza en uno mismo, “de buscar y encontrar un centro de gravedad”, el simbolismo de la muerte, de aquello que es inútil y tiene que morir, para así poder crecer. Conocerá las trampas de la ambición y la desmedida, así como las “noches tristes, dolorosas y oscuras del alma”.
De igual forma se le propondrá ver las cosas desde otra perspectiva, como lo hace el arcano de el colgado, o el loco, “pero no demente”, quien es de la idea de que “lo bailado, aprendido y comprendido, nadie te lo quita”. Y al final de la serie de pruebas iniciáticas vendrá el veredicto.
De acuerdo con Valdés Kuri, “en las cartas del Tarot subyacen las bases de la saga universal del camino del héroe. Son cartas que suelen usarse como instrumento de adivinación; sin embargo, nosotros le damos el uso para el que originalmente fue creado: como una herramienta de autoconocimiento”.
Generalmente, explicó el creador escénico, “cuando vemos el camino del héroe, sólo distinguimos una parte de ese trayecto, nosotros decidimos ir por todas sus etapas. En esta propuesta escénica convergen el Tarot y el hermetismo, en principio aplicado a nosotros mismos, pues actores y actrices hemos utilizado el Tarot para el proceso de creación y para investigarnos e investigar los temas, de ahí que decidimos poner la herramienta del Tarot como el tema principal de la puesta en escena”.
Los discursos de la compañía, abundó, “son siempre dirigidos al individuo, no tanto a expresiones políticas, sociales o culturales, sino más bien al encuentro con uno mismo y su conciencia, pues, según Valdés Kuri, cuando uno trabaja un tema político se habla de los efectos de tal o cual situación, pero hay que ir a las causas, y éstas se encuentran en los individuos que, como tales, nos encontramos, confrontamos y crecemos, y todo lo demás encuentra un orden.
“En cuanto alguien supera sus limitaciones, su alrededor va a ser mejor, por eso es que nos vamos más a las causas que a los efectos, sin desdeñar para nada a los efectos, que son en su mayoría como se articulan los discursos escénicos.
“Aquí de lo que se trata es de hacer una alegoría de la complejidad de la naturaleza y condición humana a través de 22 estaciones que corresponden a los arcanos mayores del Tarot, y donde el viajero se dispondrá a ir más allá de sus propios límites.”
Del mago al loco cuenta con la participación de más de 20 actores en escena. Se escenifica sábados y domingos a las 19 horas en el Museo Nacional de San Carlos (Avenida México-Tenochtitlan 50, colonia Tabacalera). Concluye temporada el 2 de abril.