Mummenschanz festeja en Guanajuato 50 años de fantasía con toques de sátira
Guanajuato, Gto., Con personajes como máscaras de arcilla, caras de papel higiénico, gigantes llenos de aire, criaturas de la tubería y músicos del silencio, la compañía suiza Mummenschanz, para celebrar su 50 aniversario, se presenta en la edición 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Los magos de la alegría y la sonrisa, que desde 1972 han deleitado a chicos y grandes, ofrecen un espectáculo visualmente impresionante que trasciende las barreras culturales y lingüísticas y despierta la imaginación.
Como parte del Circuito Cervantino, la compañía suiza dirigida por Floriana Frassetto estuvo el 14 de octubre en el Foro de Arte y Cultura de Guadalajara; el 18 en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, en la Ciudad de México, y llegarán al Auditorio del Estado en Guanajuato hoy y mañana a las 20 horas, y el domingo a las 12 horas.
En entrevista con La Jornada, Floriana Frassetto se dijo satisfecha de continuar con este proyecto de lenguaje no verbal inventivo, a menudo conmovedor y divertido que es Mummenschanz. “Es una compañía única, cuyo trabajo se comprende aunque no hay palabras, pero están las emociones, que son universales y las sentimos todos de la misma manera.
El trabajo es cómico y poético, y despierta la imaginación. Esto me da fuerza para seguir adelante con el proyecto, que es fantástico, comparte Frassetto.
Una conversación inocente
La directora artística considera que su permanencia en los escenarios se debe a «la magia
» que ofrecen en cada función y al esfuerzo en sus juegos y en esa conversación «inocente y pura
» que logran con el público. «Es fantástica la conexión con la gente de Corea del Sur, de México, de Sudáfrica, de Francia… eso quiere decir que el niño inocente en nuestro interior es el mismo en cada país
«.
El programa 50 años, que presenta Mummenschanz en el Cervantino, consiste en creaciones cortas, de dos y tres minutos, de algunas obras de su repertorio. “Son chistes, imaginaciones poéticas, fantasiosas y todo es muy interactivo y se comprende bien. Es un espectáculo para niños de seis a 106 años.
«Todo es poético, no hablamos. Tal vez hay un poco de sonido en un número especial donde una viola y un violín tienen una pelea amorosa, pero chistosa
«, añade Floriana Frassetto.
El público que asista a las funciones con motivo de los 50 años de la compañía podrá ver a gigantes, cuyos trajes fueron creados de material reciclado de la basura, que parece que luchan de manera muy lenta y se abrazan.
Asimismo, «hay momentos donde las personas pueden interactuar con los personajes; me ha tocado ver a gente vestida con saco y corbata atrapar algunos de los balones que se avientan en una de las escenas».
Al recordar los inicios de la compañía, Floriana Frassetto dijo que «en 1972, sin ningún recurso, empezamos a trabajar con materiales que encontrábamos en las calles, en las tiendas de segunda mano y con regalitos de tejidos. No teníamos idea en ese momento de todo lo que produciríamos».
En 1976, Mummenschanz se presentó en Broadway y luego realizó giras por todo el mundo. «Nos dimos cuenta de que el público la pasa bien con nuestros juegos visuales interactivos, entiende y se queda con toda esa vitalidad y alegría de lo que vio en el escenario», comenta la directora.
En la compañía participan siete actores: Floriana Frassetto, Cristina Barret, Kevin Blaser, Sara Lerch, Manuel Schunter y tendrá su debut en México Samuel Muller. Las escenas breves de Mummenschanz son novedosas y atractivas, «porque no importan nuestras diferencias de edad, cultura o idioma».
El espectáculo de 50 años es un viaje a través de la historia de la compañía suiza, que presenta fragmentos de sus obras, con personajes sorprendentes que tienen el espíritu de Mummenschanz. El montaje está lleno de nostalgia y su simplicidad e imaginación lo convierten en un bálsamo para todos los asistentes.
Medios internacionales consideran que el éxito de la compañía que dirige Frassetto es resultado de su «originalidad, ingenio excepcional, sentido de sorpresa y hábiles toques satíricos», además del diestro manejo de luces, sombras y la inteligente manipulación de los objetos.