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Cultura

Manuscritos de Gabriel García Márquez testimonian su proceso obsesivo de edición

Por: Alondra Flores Soto

México, 19 de junio de 2022.- Los secretos de la carpintería que hipnotiza al lector son revelados en la exposición Gabriel García Márquez: la creación de un escritor global, que se inauguró ayer en el Museo de Arte de Moderno (MAM). A través de objetos personales del Premio Nobel de Literatura es posible conocer el proceso vital que lo convirtió en uno de los personajes más admirados en el mundo, artífice del realismo mágico y del boom latinoamericano.

Yo nunca me despido porque el que se despide no vuelve, se cita a Gabo. Su retrato rodeado por mariposas, espera sentado, con la vista puesta en aquellos que entran al salón circular del museo sobre Paseo de la Reforma para sumergirse en su vida y el quehacer de escritor, periodista, cineasta y publicista. No queda excluida la mirada a la intimidad, gracias al archivo que actualmente resguarda el Centro Harry Ransom, en Texas.

Aquí realmente hemos tratado de reconstruir la carpintería de Gabo, en el entendido de que la escritura es un acto hipnótico, describió el curador Álvaro Santana. La idea proviene de una entrevista, en la que el escritor colombiano afirmó: Al final, la literatura no es más que carpintería. Los clavos, tornillos y tablas de obras como El amor en los tiempos del cóleraEl otoño del patriarca o Crónica de una muerte anunciada se componen de los tachones y rayones en los manuscritos, los cuales muestran el proceso obsesivo de edición de su propia escritura, característica casi desconocida, apuntó Santana. Podemos ver que era un artesano de la palabra, estaba obsesionado con esa prosa pulcra, perfecta, que pudiera realmente hipnotizar a los lectores, por ejemplo, la existencia de 18 versiones de Memoria de mis putas tristes.

Su máquina de escribir, su primera computadora (una Macintosh), el telegrama que envió la Academia Sueca para informarle de que había sido ganador del Nobel de Literatura en 1982 son algunos de estos objetos que se muestran por primera vez en México.

Divididos en seis módulos temáticos, se han colocado fotografías, cartas, libros, periódicos, revistas, videos y objetos reveladores de la vida que inició en 1927 en Aracataca, Colombia, y que culminó en la Ciudad de México, en 2014.

Cien años de soledad fue un libro que cortó la vida de García Márquez en dos mitades, señaló Santana, curador de la muestra en Estados Unidos, que ahora llega al MAM, después de dos años de retraso debido a la pandemia.

Las primeras cuatro salas marcan un orden cronológico desde su infancia, sus trabajos periodísticos en Colombia, la estancia en Europa y Venezuela, para culminar en su llegada a México en 1961, donde intentó dedicarse al sueño de ser cineasta y despuntó su carrera literaria, incluida la novela Cien años de soledad, a la que se le dedica un núcleo temático.

La vida familiar, con amigos y colegas, incluida su agente literaria Carmen Balcells, es abierta, por ejemplo, ver el momento en que su esposa Mercedes Barcha lo besa en el jardín de la casa en San Ángel, muy de mañana, después de recibir la llamada desde Estocolmo con la noticia del premio más importante de la literatura. También se muestra al hombre comprometido y preocupado por temas políticos, que conoció de cerca la Revolución Cubana, se fotografió junto al subcomandante Marcos y con un joven Andrés Manuel López Obrador.

La visita augura dedicación al detalle para conocer datos curiosos, como ver la portada que Vicente Rojo hizo para la historia de la familia Buendía, pero que, de acuerdo con el curador, se perdió en el correo, aunque se usó para ediciones posteriores. Hay una carta del editor del semanario The New Yorker en la que rechazó publicar el cuento El rastro de tu sangre sobre la nieve, pues alegó que los lectores no creerían la historia tal y como terminaba. Unos meses después, García Márquez fue reconocido con el Nobel.

A la apertura de la muestra en el MAM asistieron Gonzalo García y Elisa García, hijo y nieta del Nobel colombiano. En breve comentario a la prensa, Gonzalo celebró que al fin llegó el material que salió de aquí, en México, pues estaba originalmente en la casa de sus padres en la Ciudad de México. Apuntó que la Universidad de Texas ha tenido una labor ejemplar en organizar y restaurar los documentos del archivo. Explicó que en este momento la familia está centrada en celebrar que se cumplen 40 años del Nobel.

Las titulares de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, y del Instituto Nacional de Bellas Artes (Inbal), Lucina Jiménez, enviaron mensajes escritos que fueron leídos por representantes, en ausencia de las funcionarias. Por su parte, Stephen Ennis, director del Harry Ransom Center, destacó que los miles de archivos fueron digitalizados y se encuentran disponibles para su consulta gratuita.

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