«La música es una confirmación de lo que la gente ya sabe»: Víctor Manuel
Ciudad de México, 9 de julio.- Víctor Manuel cumplió este 7 de julio 76 años. En medio de una gira que abarca diversas ciudades españolas, pero que también llegará a México el próximo mes de octubre; el cantautor sigue disfrutando de subirse a los escenarios y celebrar la vida con su público. El músico afirma que siente bien. “No me pesa el trabajo”, señaló en entrevista con La Jornada, “nunca he tomado esta profesión como algo sacrificado”.
El intérprete sigue celebrando su 76 aniversario, algo que comenzó como una propuesta de su compañía discográfica para hacer una antología de su carrera que fue bautizada como La vida en canciones. Pronto para Víctor Manuel se volvió personal el proyecto, no quería que la selección reflejara únicamente lo que alguien más apreciaba de su obra musical. “No quería que sólo estuvieran los grandes éxitos, o las canciones más conocidas. Quería también que estuvieran los fracasos y las cosas que no se han escuchado. Melodías que te provocan verdaderas catástrofes en tu vida artística pero que tú te empeñas en un momento determinado en hacerlas. Todas esas cosas están en el disco”, detalló.
A su modo de ver, el acercamiento que propone es más honesto con la manera en que se ha desarrollado su trayectoria. “Creo que las carreras largas, como es mi caso, se componen de todo, de momentos cumbres y fallos profundísimos. Cuando dependes de tu repertorio, de tu manera de escribir, a veces coincides con el público, pero no siempre”, señaló.
Éxitos y fracasos
A diferencia del público, él como autor de su música posee una relación distinta con sus obras. Tal es el caso de las “canciones desgraciadas, que pienso habrían debido tener mejor suerte porque a mí me parece que están bien hechas, están bien construidas, la grabación quedó estupenda y a la gente no le importó absolutamente nada. Eligen otra, esa es la tiranía del público”, explicó. “Y eso es también el vértigo de esta profesión, que es que nunca estás seguro de nada, estás como inventándolo todo en cada paso que das, y ese es el atractivo también”.
De todas formas, tanto la gira como su antología están pobladas en su mayoría por temas bien conocidos por su público. Poder apreciar ese resultado tras tantos años de dedicar su tiempo a la música, “a mí me parece algo casi portentoso en el mejor sentido de la palabra. No milagro divino, sino real. Hace muchos años que canto, y me ha procurado en diferentes fases de mi vida a veces éxitos grandes y también grandes fracasos. Las carreras largas están compuestas de todo eso”, reiteró.
Víctor Manuel también es uno de los representantes de la llamada “transición española”. Durante la década de los setenta, el músico sufrió de censura y tuvo que exiliarse en México. Siendo inevitable volver a aquella época a la hora de pensar su antología, volvió a encontrarse con No quiero ser militar. “Es la canción que más catástrofes me ha producido a mí cuando la escribí. Directamente ya tenía graves problemas en España con la censura y con el gobierno, en fin, y esa letra fue como la puntilla de todo. Fue como clavarme un rajón de muerte en el pescuezo, pero quería que estuviese ahí porque la hice como una afrenta, como ‘a mí no me callas, yo la canto y tal’, y fue una canción que se editó por primera vez en México”, contó.
El cantautor no es el primer miembro de su familia en manifestar sus ideales en contra del poder político. Uno de sus abuelos murió fusilado al finalizar la guerra civil española, algo que probablemente terminó permeando en una voluntad de “molestar” arraigada en el músico. “Ya muy jovencito supe no se podía molestar a todo el mundo. Tenías que elegir tu camino, y entonces si gustabas a unos disgustabas a otros. Hay otros caminos más amables, que te proporcionan más trabajo y una vida más relajada y más tranquila. Pero por lo que sea, tradición familiar, por genes, me metí en ese camino y he sido muy feliz, no reniego”, sostuvo.
Posturas políticas
En su álbum inédito más reciente, Casi nada está en su sitio de 2018, el cantante seguía insistiendo en temas “de rabiosa actualidad”, algo que sigue demostrando abiertamente en sus posturas políticas. Ante el avance de la extrema derecha en Europa, Víctor Manuel critica: “no es plato de buen agrado que gente como Vox, que esencialmente son muy bruta, tengan opciones de gobierno en determinados lugares. Y ya se están viendo los resultados, se están prohibiendo cosas absurdas. Son tan tenaces, tan estúpidos, que vedan el carril bici, no les gusta porque piensan que es de izquierda. Eso les hace perfectos imbéciles”, reprobó.
Para el músico el avance de la ultraderecha es palpable también en aspectos culturales y sociales en España. “Les puede más esa cosa infernal de destruir lo ya construido, o destrozar las redes de protección de la mujer y negar la violencia contra ésta, ese tipo de cosas que ya no las rechaza nadie, ni la gente de derecha”, señaló. “Hay conquistas que son irrenunciables y pasos atrás que son imposibles socialmente”.
Pero, pese a sus posturas y sus canciones, el intérprete no ve en la música una manera de combatir las ideas radicales. “Creo muy poco en el poder corrector de la música. Parece mentira que diga esto cuando me he dedicado a contarle a la gente lo que me pasa a mí por la cabeza, pero siempre pienso que la música es una confirmación de lo que la gente ya sabe”, detalló, “o sea que no voy a convencer a nadie de Vox que el aborto terapéutico es un derecho conquistado por las mujeres porque ellos no quieren escucharlo sencillamente, esa renuncia ya está dada de antemano”.
“Aquí cabemos todos, o no cabe ni Dios”
Para el músico las maneras incidir o de generar un cambio, están en otras partes. Desde las lecturas, el contacto y la observación de la sociedad o la voluntad de comprender lo que pasa. Aun así, como una forma de reafirmar sus posturas, Víctor Manuel acostumbra cerrar sus conciertos con una máxima que busca difundir: “aquí cabemos todos, o no cabe ni Dios”.
También ha logrado permear con sus canciones a generaciones más jóvenes de escuchas a pesar de que cuentan con sus músicos propios. “Después hay algo transversal en la música que afecta a cualquier generación tengan la edad que tengan. La gente sigue enamorándose con parámetros muy parecidos desde que tengo uso de razón, o la gente se solidariza también con cosas muy parecidas”, indicó.
Sus funciones de La vida en canciones están hechos de saltos hacia adelante y hacia atrás. Incluso así, “todo el concierto tiene coherencia. No me pierdo en el camino, cuando estoy hablando del amor sé de lo que hablo, o cuando lo hago de la solidaridad, o de la violencia y la antiviolencia”, explicó.
Entre las cosas que más disfruta de su labor está su contacto con la gente. “Me gusta sobre todo estar con el público, cantar. Algunas de las canciones que estoy interpretando en el espectáculo tienen más de 60 años. Además nunca pensé que podía llegar a esta edad haciéndolo, porque no es normal. Lo que pasa es que tengo buena salud, estoy bien de voz”, abundó. “El motor porque estoy cantando es porque sigo escribiendo canciones. El día que se seque ese pozo, que ya no dé más agua, pues a lo mejor ya me replanteo si tengo que seguir cantando o no”.
La gira La vida en canciones llegará a las ciudades mexicanas de León, Querétaro, Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México.