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Cultura

«La gente debería disfrutar más el sentirse ofendida por una pieza»: David Černý

Por: Mireya Cuéllar

Tijuana, 1 de febrero.- Lo primero que sale al encuentro al cruzar el umbral de la sala 2 de El Cubo es un bebé gigante de más de 2 metros de altura, el cual parece que en cualquier momento empezará a gatear. Su rostro es un código de barras y es uno de los ocho bebés del artista checo David Černý que se exhiben en la muestra Rebelión, en el Centro Cultural Tijuana (Cecut) y que, como buena parte de su obra, buscan provocar.

El artista llegó por primera vez al país el año pasado con esta exposición que, además de sus bebés con precio, que transmiten una perturbación debido a la deshumanización de la sociedad, incluye a Nosing, un cuerpo doblado que expone el trasero con un orificio por el cual el espectador se asoma para ver un video. Es un famoso político de su país, según declaró el artista.

David Černý se hizo visible a nivel internacional en 1991, cuando pintó de rosa brillante un tanque ruso como monumento a los caídos en el centro de Praga. Sus esculturas e instalaciones, caracterizadas por ser de gran formato, se encuentran en espacios públicos de diversas urbes del mundo. En su ciudad natal cuenta con 14 instalaciones, las cuales son importantes atracciones. K on sun es una escultura creada como tributo a la obra más popular de Franz Kafka, Metamorfosis.

Tijuana recibió 16 ejemplos de su actividad creadora y las podrá disfrutar hasta febrero. Como ha dicho el autor, pueden ofender a alguien, pero su intención es inducir a la reflexión sobre temas como la guerra o la tecnología y despertar debates donde se desarrollen, desde Estados Unidos hasta Qatar, pasando por Alemania o Suiza.

A través de un video transmitido durante la inauguración de la muestra el año pasado, el ingeniero y arquitecto originario de Praga mencionó que varias de las piezas «pueden ser consideradas una ofensa. Y lo entiendo, pero es parte de mi naturaleza. Creo que la gente debe disfrutar más el sentirse ofendida por una pieza, es una sensación agradable ser atacado por algo; bueno, eso creo».

Colocado en ese grupo de artistas a los que «amas u odias», la obra instalada, como Tower Babies, llegó desde Palm Springs, California, porque Rebelión es una muestra que forma parte de las actividades para conmemorar los 200 años de relación entre México y Estados Unidos.

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Muchos de sus más recientes trabajos se han realizado con su técnica patentada de crear objetos tridimensionales incrustados en resina de polímero, de esta manera da la impresión de que estuvieran en una máquina de rayos X, sólidos pero transparentes.

Sobre cómo se debe experimentar su obra, el escultor checo expresó en una entrevista que «cada quien tiene una experiencia diferente, incluso la experiencia cambia cuando vas a una galería solo o acompañado, yo no tengo una preferencia sobre cómo deben experimentar mi trabajo».

En sus piezas más pequeñas también explora lo controversial. Parte de su colección es una serie de retratos de figuras, como la de Nikola Tesla, que se exhibe en el Cecut, o los de Robert Oppenheimer y Albert Einstein, que se encuentran en su recién inaugurado museo Mausoleo.

“Son retratos sobre la controversia, personajes que tienen un gran efecto en la vida de las personas, en ambos sentidos (…) es explorar cómo lidiamos con la culpa, el progreso, esas cosas”, explicó.

La directora general del Cecut, Vianka Robles Santana, señaló que «la belleza de la obra ha suscitado siempre controversia, pero la belleza jamás puede ser ofensiva, la belleza no sólo está en las cosas que parecen perfectas o políticamente correctas, la belleza también está en lo contestatario, en la forma de evidenciar y de confrontarnos con realidades hostiles con las que vivimos y con las que tenemos que lidiar continuamente».

En 2001, el artista creó un centro de eventos y arte sin fines de lucro en un antiguo almacén de vidrio en Praga bajo el nombre de Meet Factory. El escultor llama a su fábrica un «supermercado multicultural», ya que alberga un teatro, un escenario musical y 16 salas ocupadas por 30 artistas internacionales.

David Černý, también dedicado a la creación audiovisual (en televisión y películas), así como a la creación de escenografía teatral, ha sido acreedor al premio nacional para jóvenes artistas de la República Checa, Chalupecky, en 2000; a la Beca de la Fundación Pollock Krasner de Estados Unidos, en 1996, y al premio especial en la Bienal de Kortrijk, Bélgica, en 1990.

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