Cultura

Ingrid Hernández presenta 20 años de obra en expo _Under Construction_

Por: Jonathan Pérez Juárez / La Jornada Baja California

Tijuana, 7 de octubre.- La exposición ‘Ingrid Hernández, 20 años de arte _Under Construction_’ reúne 20 años del trabajo de la fotógrafa, que explora el territorio, la migración y lo doméstico desde una perspectiva que se aleja del sensacionalismo y el exotismo.

La muestra fue inaugurada el pasado 19 de septiembre en la Sala 1 de El Cubo en el Cecut, y fue curada por Daniela Lieja Quintanar y Rosela del Bosque con diseño museográfico de Adalberto Charvel.

En un recorrido guiado, Hernández explicó la intención conceptual detrás del montaje: «En la fotografía nuestro cuerpo juega un papel muy importante cuando la estamos haciendo dentro de un espacio, siempre nos estamos moviendo y el cuerpo es un vehículo para construir esa imagen. Nos subimos a algo, nos agachamos, ladeamos un poco la cámara, hay un constante movimiento, que en la foto es lo opuesto lo que vemos, es el congelamiento de ese movimiento, entonces, ¿cómo hacer para que dentro de una exhibición ocurra que también sientas ese movimiento?».

La artista, quien también es maestra, curadora, gestora cultural, buscó evitar la repetición visual: «Yo no quería una exhibición que fuera bien repetitiva, en el sentido de estar viendo las mismas fotos que ustedes van a ver. Es una línea de trabajo, de investigación, que si ustedes ven esto y luego se van diez años después, van a ver los mismos contextos, lo que quería era evitar entrar a la expo y ver repetitivo la misma imagen».

Foto Jonathan Pérez Juárez

En el proyecto ‘Tijuana comprimida’ (2002-2004), Hernández documentó las casas del asentamiento del arroyo Alamar, construidas con materiales improvisados y de descarte provenientes de Estados Unidos.

En su serie ‘Irregular’ (2004-2005) encontró un dramatismo más fuerte al mostrar los objetos y los interiores de los hogares en el asentamiento Nueva Esperanza.

Foto Jonathan Pérez Juárez

La fotógrafa utiliza únicamente luz natural, aprovechando la que entraba por agujeros en las paredes para iluminar las imágenes. Pensaba que esas casas se iban a desmantelar y no iba a quedar memoria de que estuvieron ahí, por lo que la cámara funcionó como testigo de su habitar en los márgenes de la ciudad.

En el cuarto oscuro de la Sala 1 de El Cubo se proyectan dos imágenes de ‘Maquila golondrina’ (2004), que retratan el fenómeno donde dueños de fábricas huyen y abandonan las instalaciones de un día para otro, ya sea por motivos de cierre o para no pagar liquidaciones, dejando a trabajadores en la incertidumbre.

Imagen tomada del sitio web ingridhernandez.mx

«Fue muy impactante, es un díptico, tiene muchos niveles de análisis. Está construida con material de segunda, esas láminas ya se utilizaron en otras cosas. Y son también lugares que les dan trabajo a las comunidades que construyen sus casas con estos materiales. Y la realidad esta que se iban y desaparecían con cero responsabilidad», señaló Hernández.

La artista documentó otro caso particularmente revelador en ‘Indoor’ (2008-2009): «Ese lugar se llama colonia Nuevo Milenio 2000, no era un asentamiento, ni una toma de tierra, era una colonia de personas que pagaban las escrituras, y cuando se acercaba la fecha de terminar de pagarlas, se acercaban a la oficina de gobierno y les decían que no les podían dar las escrituras porque era una zona irregular».

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«Eso me impactó demasiado, porque existe este discurso de personas que viven en estas condiciones porque están adueñándose del terreno, porque es una invasión, pero también ocurre del lado del gobierno hacia la población», explicó.

Sobre su relación con las comunidades retratadas, Hernández fue clara: «En las comunidades con quienes trabajo les explico las intenciones, porque se genera mucha ilusión de que puedas cambiar tu situación, hay gente que todavía me dice ‘la reportera’, y piensa que voy a sacar las fotos y denunciar que vivimos de esta manera, y siempre les tenía que aclarar que eso no pasaría, esa no era mi labor, no podía prometerles eso».

Foto Jonathan Pérez Juárez

Sin embargo, la artista apoyaba de otras formas: «A veces les daba mis imágenes para que hicieran sus marchas, y las ponían en lonas».

En su proyecto con migrantes en Nueva York, ‘Inside’ (2011), Hernández trabajó con hispanos que aprendían español como segunda lengua, personas que mantienen a sus familias con remesas. y les pidió que escribieran cartas a México: «Yo pensaba, otra vez las ideas que uno tiene todo el tiempo, que iban a hablar mal de México, y que se iban a quejar, y que por eso estaban en Estados Unidos, y la mayoría era mi México lindo y querido, cómo te extraño, las comidas y las festividades».

Foto Jonathan Pérez Juárez

La instalación presenta puertas de garaje estadounidenses que se venden en Tijuana como paredes: «A mí me sorprendía mucho que hubiera esa resignificación de la puerta, de puerta a pared, me parecía un cambio casi mágico. Y si yo la presento acá, le estoy dando una tercera resignificación, ahora sería una pieza».

Hernández fue franca sobre las limitaciones: «En mi caso, las preguntas o frustraciones pueden venir de que no hay en Tijuana, el nivel que tú quieres producir. Todo esto lo produje en la Ciudad de México. Eso implicó pagar 100 mil pesos adicionales para traer todo esto para acá».

Foto Jonathan Pérez Juárez

Pero también destacó las ventajas: «Tijuana es así, y también eso me permite ser quién soy, no le puedes pedir todo a algo, la ciudad te da mucho. Y de las cosas que te da es esa libertad de poderte construir como tú quieras. Como hija de esta ciudad me voy buscando las alternativas para poder ser quien soy».

«Generalmente eso no ocurre, lo que ocurriría es que a una artista de mi trayectoria le diría un museo ‘oye te queremos hacer una retrospectiva y te vamos a pagar todo’. No pasa, no pasa ni siquiera en el país. Tal vez en el MUAC pero con ciertas limitaciones presupuestarias», declaró sobre la necesidad de conseguir financiamiento propio para equipo de trabajo, producción y catálogo.

Sobre el significado de realizar la exposición en Tijuana, Hernández señaló: «Lo que quiero decir es que es muy importante es que un artista de Tijuana tenga un reconocimiento de su propia trayectoria en un lugar donde su obra nace. Yo pude haber hecho esta exposición en donde yo hubiera querido y decidí hacerla aquí por esa razón. Pensaba que era muy importante hablar de lo que hacemos las artistas mujeres en la ciudad».

Foto Jonathan Pérez Juárez

El proceso le permitió ver su trabajo con nuevos ojos: «Tú lo sabes pero no lo sabes, hasta que empiezas a hacer la revisión. Aquí hay un 40 por ciento de ese trabajo».

«El arte no es una cosa que tú puedas dejar, yo no puedo decirles que algún día voy a dejar de hacer arte, nunca, es una cosa que está en mí. El día que me muera dejo de hacer arte», remató Hernández, quien trabaja por proyectos que pueden durar entre uno y cuatro años.

La expo contó con el apoyo de UpSivale, a través del Estímulo Fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES).

Foto Jonathan Pérez Juárez

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