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Cultura

Chicahuac Ollin Tijuana cumple 20 años de preservar la tradición mexica

Por: Redacción La Jornada Baja California

Tijuana, 30 de julio. Lo que comenzó como un viaje de dos semanas para un grupo de danzantes que pretendían mostrar en la frontera norte la tradición mexica guerrera, se convirtió en un proyecto permanente de rescate, difusión y preservación constante de la cultura mexicana, que se ha mantenido como un referente.
Este sábado 30 de julio celebran dos 

décadas de existencia; el círculo de danza denominado Chicahuac Ollin Tijuana (Fuerza y Movimiento Tijuana), formado por un grupo de mujeres y hombres tan diverso y grande como su interés y entusiasmo.

La lejanía de aquel junio de 2002, cuando el grupo de danzantes procedente del entonces Distrito Federal llegó a esta frontera a mostrar su tradición, no ha disipado su interés sino al contrario, lo ha reforzado y atrae a personas de diferentes edades y ocupaciones o profesiones que tienen como común denominador su interés por esa cultura.

Cada viernes, decenas de danzantes llegan puntuales a la cita en el parque 18 de Marzo, en la colonia Morelos, que ataviados con sus atuendos de práctica, apenas inician sus movimientos ceremoniales -que tienen su significado y dedicación a los elementos -agua, viento, tierra y fuego-, a representantes del reino vegetal y animal se convierten en un imán para quienes cruzan por ahí.

El humo del copal, la salvia, carbón y yerbas tradicionales; el sonido del tambor que cimbra y hace vibrar el corazón; el silbido del caracol y el saludo a los cuatro vientos a los que se pide permiso y agradece por la danza, son un imán para espectadores, que en muchas de las ocasiones se suman al grupo.

Mario Sánchez (Lobo) y Refugio Olivares (Nenqui), dos de los danzantes que llegaron en aquel junio de 2002, decidieron ampliar su estancia en esta frontera al observar el interés de fronterizos por conocer la cultura que vinieron a mostrar; Nenqui ya falleció y Lobo tomó su propio camino pero eventualmente sigue en contacto con el círculo y constata el crecimiento de la semilla sembrada.

Cada vez más personas se suman al círculo, llamadas por el sonido del tambor y el caracol y el humo aromático, deseosas de ser parte de ese proyecto de rescate, difusión y preservación.
Cada paso de cada ensayo -que más que una mera práctica es una ceremonia-, desde la colocación del círculo  movimiento y danza que realizan tiene su significado y motivo.

Este sábado a partir de las 10 de la mañana celebrarán las dos décadas de existencia y compartirán sus conocimientos y emoción con quienes deseen asistir. Estarán en la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana Cortijo San José.

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