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Cultura

Ante todo, el objetivo del arte debe ser divertir, dice el argentino Minino Garay

Por: Juan Ibarra / La Jornada

Minino Garay encontró en la palabra hablada un complemento perfecto para los ritmos que ejecuta como percusionista. Sus influencias y trabajo provienen de su país natal, Argentina, donde creció escuchando música popular, especialmente tangos, pero también de su afinidad por expresiones como la poesía, a la que constantemente frecuenta. Ambas manifestaciones han logrado convivir desde hace ya varios años, siendo Speaking Tango la muestra más reciente de su quehacer.

“Es un álbum que diagramé en 2020. Desde que comencé a grabar discos –hace más de 20 años– siempre empezaba a utilizar textos. Como soy percusionista, le doy un ritmo, sin que necesariamente sea lo que llaman rap, sino que uso los textos y me gustan. Entonces, me rodeo de buenos poetas, buenos escritores; gente muerta y viva; de las cosas, de la sociedad, del amor”, explicó en entrevista.

“La idea del Speaking Tango es traer cosas que nadie conoce, o tango que podés conocer cuando lo escuchás, pero lo saco del contexto tradicional y lo llevo de otra manera, y la juventud lo escucha de otra manera”, puntualizó. Además de sus afinidades, Garay también complementa su trabajo con la labor de amigos e incluso de su madre. “Trabajo mucho con ella, Nury Taborda, quien es poeta, autora y compositora; tiene poesías muy directas y a la vez muy populares, que son maravillosas”, explicó.

Garay tiene ya más de 30 años viviendo en Francia, país desde el cual ha sido capaz de mantener su actividad gracias al apoyo de instituciones que le han permitido llevar su música a otros lugares. “Es maravilloso esto de viajar así, como un trovador”, reconoció.

“Faltan rebeldes”

Su quehacer también muestra interés por ampliar su perspectiva del mundo, así como por las problemáticas que afectan a los habitantes de diferentes contextos. “Me preocupa la situación de cada país donde voy. Pregunto cómo está. En Costa Rica he estado hablando con trabajadores, donde han cambiado la pensión, la jubilación, lo mismo que están haciendo en Francia. Los gobiernos son todos iguales, corruptos en todos lados”, criticó. “Tiene que haber más revoluciones en todo el mundo y que la gente se rebele, que salga a la calle y que se pelee con quien se tenga que pelear”.

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Citando de memoria el tango Cambalache, recordó lo poco que ha cambiado la vida actual en términos de injusticias. “Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé / En el 510 y en el 2000 también / Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafa’os / Contentos y amarga’os, valores y doblé / Pero que el siglo XX es un despliegue / De maldad insolente, ya no hay quien lo niegue”, recitó.

No obstante sus convicciones políticas y sociales, el músico considera que su obra, ante todo, tiene la intención de ser divertida. “Mi objetivo principal es divertir. La meta con tu arte, tu poesía, con lo que vos quieras, es divertir. Esa persona que te está viendo en ese momento te está prestando atención, y vos lo tenés que divertir; esa es la función de un artista. Después, que no me vengan a inventar otras cosas, místicas. Cada uno lo ve a su manera, pero la base de un artista es eso”, sostuvo.

En esa misma tesitura, ha comenzado una gira por México y Costa Rica, destinos elegidos tanto por su parecido cultural y lingüístico, como por el aprecio que Garay siente por ellos. “No hay nada como la palabra, como la voz, para pasar el mensaje directo. Por eso me interesa también empezar a girar por Latinoamérica. Quiero aprovechar. Es cierto que hay algo que me atrae mucho y quiero vivirlo. Quiero ir a todos estos países”.

Además de disfrutar las afinidades culturales con la región, disfruta del contacto casi obligado con otros músicos, de quienes se nutre y aprende. Explica: “necesito músicos que tengan nivel de improvisación; el lenguaje del jazz, del jazz de América del Norte, Central y del Sur, porque ese es el juego entre la improvisación, el texto y las melodías”, explicó el baterista.

Minino también es un entusiasta de combinar estilos musicales. “Lo vengo haciendo desde hace tiempo, no me pongo límites. El tango viene del Río de la Plata, pero para cantarlo podés ser de México, de Ecuador y cantarlo, porque se necesita de experiencia, tiempo, años, vida”, señaló. “Para mí todo artista que utilice su cultura para mezclarla con otra es admirable. A mí eso me apasiona”.

Tiene el propósito de visitar México al menos una vez al año; para éste su intención es volver en el segundo semestre.

Si bien no está en sus planes lanzar un nuevo disco, continuará trabajando en un festival promovido por él mismo que se realiza en Argentina, llamado Divino Music, gracias al cual, Garay ha sido capaz de enlazar la música de su lugar de origen con la de Francia.

En el país, el baterista se presentará los próximos 7, 8 y 9 de abril en Val’Quirico; el 10 estará en Jazzatlán de la Ciudad de México, y el 14 en el de Puebla. En Facebook se puede encontrar al músico como @mininogaray y en Instagram como @garayminino

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