Tijuana: 72 horas y 3 alcaldes
Tijuana, 1 de octubre.- En tan solo 72 horas el palacio municipal de Tijuana fue testigo de un asedio, una amenaza de bomba, tres alcaldes y el ajuste de lealtades en la Cuarta Transformación.
Los cambios se dieron en horas y a veces en cuestión de minutos, como las lealtades que se voltearon. En unas horas, la noche del martes, el retorno de Arturo González Cruz a la presidencia municipal de Tijuana pasó de impensable a posible y de posible a un hecho.
Para el jueves, antes de que la toma de protesta de Montserrat Caballero hubiera concluido, la imagen institucional del Ayuntamiento ya tenía nueva cara. Chats y páginas de redes sociales mudaron, el XXIII ayuntamiento dejó de ser, se volvió historia antigua.
Cambio vertiginoso
El cambio en el ambiente al interior del palacio también fue una cuestión de vértigo. Los momentos de tensión del martes se transformaron en duda para el miércoles y en festejo solemne para el jueves.
FestejosArturo González Cruz no apareció en escena, pero dejó marca en los festejos. Discreto, llegó al palacio municipal acompañando a dos futuras gobernantes, se tomó la foto y se retiró, que su curul en San Lázaro se enfría.
El trabajo estaba hecho, no vaya a ser que otra amenaza de bomba como la que hubo durante su sesión de cabildo obligue a desalojar a los convidados.
Cual cirujano, González Cruz llegó a Tijuana para abrir una herida en la 4T de Baja California; removió un tema que la divide (la municipalización del agua) y dejó a otros la dura tarea de suturar la herida.
La transición no ha fluido como debiera
Marina del Pilar Ávila llegó acompañada de González Cruz y admitió ante las cámaras que la transición (con el equipo de Jaime Bonilla) «no ha fluido como debería» pero no profundiza en el tema.
A un mes de que inicie su gobierno, Marina del Pilar tiene muchos aliados pero el número de amigos no puede ser contabilizado con exactitud, su partido sigue en crisis; sin líderes locales que le puedan garantizar continuidad.
Jaime Bonilla, ausencia notoria
Jaime Bonilla es la ausencia que se mantendrá durante toda la ceremonia y la misma es aún más notoria cuando su nombre es mencionado, aunque sea escasas veces, como ocurre.
Bonilla es un director de orquesta que ya se va, quizás a ayudar a la orquesta del Presidente en Ciudad de México, quizás dejar la batuta por un rato, tomar un descanso o dirigir a los músicos que aún le tienen fe y se quedan con la administración entrante.
El palacio; algunos participantes en la fiesta son una sorpresa
Por primera vez en más de año y medio, el palacio municipal de Tijuana está a reventar, con unas mil personas que se mueven por todos lados; invitados, más la prensa, más algunos trabajadores del municipio, quienes observan la llegada de Montserrat desde los pisos superiores.
Algunos de los participantes en la fiesta son una sorpresa. Un Jorge Hank que ha dejado atrás sus malas palabras y resultados electorales, saluda a quien lo derrotó el 6 de junio, celebra que su hijo forme parte de los nuevos regidores.
También está Fernando Castro Trenti, de quién se habló mucho y se sabe poco sobre su relación con la próxima administración estatal. Todos juntos pero no revueltos.
Ismael Burgueño, quien técnicamente aún tiene el «control» de Morena en Baja California se acerca a la diputada Evelyn Sánchez, quien rápidamente está robando protagonismo en los curules locales.
Para algunos la fiesta sigue, para otros, se acabó
Cada mención del nombre de Montserrat Caballero causa estruendo; su énfasis en ser la primera mujer electa al puesto es seguido por aplausos, gritos. Las diferencias abundan entre quienes tuvieron el encargo las 48 horas anteriores y ella.
Marina se lleva el tiempo de las cámaras y sus respectivas ovaciones cuando se le menciona, pero nunca es presentada formalmente.
Arturo González y Karla Ruiz no fueron mencionados. La alcaldesa que se acaba de estrenar agradece a Jaime Bonilla.
Para las tres de la tarde lo único que hay sobre el patio central del palacio municipal son sillas vacías.
Para algunos la fiesta continuará en Ciudad de México, para otros en algún municipio del estado y para algunos más la fiesta ya se acabó.