Terapias de conversión provocan daños físicos y psicológicos: experto

Mexicali, 18 de abril.- En el tema de la orientación sexual, sobre todo cuando haya dudas, son aceptables las terapias reales, adecuadas y correctas, con profesionales certificados basados en evidencia científica, consideró el investigador Agustín Antonio Herrera Fragoso.

«Yo creo que sí debe haber acompañamiento y la gente debe tener oportunidad de acercarse, porque todos lo hacemos cuando tenemos una situación de duda», opinó el también doctor en Bioética y Biojurídica.
Herrera Fragoso expuso como invitado a una plática en el Poder Legislativo del Estado, organizada por diputados de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN).

Lo anterior en el marco de la aprobación -en comisiones- por parte de la fracción de Morena de un dictamen de ley que indica que quien promueva, obligue o ejecute en una o más personas tratamiento o terapia de conversión para pretender modificar la orientación sexual o identidad de género podría ser castigado hasta con cuatro años de cárcel.

Herrera Fragoso mencionó en su exposición que 69 por ciento de los adolescentes desisten de la incongruencia de género antes de los 29 años y el 63 por ciento desiste antes de los 20, de ahí la importancia de acompañar al menor con profesionales de la salud y no con terapias de conversión, si presentan disforia de género en la niñez o adolescencia. 

Además, advirtió que habría que atender los altos índices de violencia intrafamiliar y abusos sexuales, que pueden ser algunas de las causas que provocan esta condición.

Sobre la reforma propuesta por la fracción de Morena, acotó que no se define qué es una terapia de conversión, la cual se basa en la patologización errónea desde el punto de vista médico de la orientación sexual y la identidad de género, que se manifiesta a través de intervenciones que causan grave dolor y sufrimiento, y provocan daños físicos y psicológicos, acotó.

Lo que necesitan los legisladores es información veraz, clara y oportuna y ver todo el ámbito de la situación que tienen que regular y hacer políticas públicas, expuso Herrera Fragoso. Por ejemplo, precisó que la legislación que atiende el interés superior de la niñez, indica que se espera que los estados interpreten el término “desarrollo” como el concepto holístico que abarca el desarrollo físico, moral, espiritual, moral, psicológico y social del niño.

En este sentido, hay consenso científico que tanto el adolescente como el niño todavía no están lo suficientemente maduros como para entender sus sentimientos, decisiones y juicios, imposibilitando su consentimiento pleno.

El ponente hizo hincapié en la mala influencia que tiene en los menores la información sesgada y peligrosa que encuentran en las redes, y dio datos que indican que la mayoría de quienes se identifican con otro sexo o identidad de género siendo niños o adolescentes, más tarde se reconocen como integrantes de su género biológico; por eso es importante dar acompañamiento con profesionales y no tomar decisiones que puedan afectar su físico de forma irremediable.

“Yo creo que sí debemos tener acceso a alguien que nos pueda apoyar e informar. El resultado es para el paciente. Los tutores legales tienen que auxiliar al menor o a quien necesite el apoyo y la determinación es exclusivamente de la persona, sea menor o adolescente, con una información clara, oportuna y veraz. Eso es lo que va a hacer con todas sus causas, consecuencias y beneficios. Eso es la libertad. Si no sería una imposición”, manifestó.

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