Robo de catalizadores de auto, de delito poco denunciado a negocio rentable
Mexicali, 14 de abril.- Al salir de misa y encender su vehículo, Alicia notó que este hacía un ruido muy fuerte. Le habían robado el convertidor catalítico y al llamar a la agencia le dijeron que sustituir la pieza le saldría en 85 mil pesos.
Ella fue víctima de uno de los robos de autopartes más comunes y rentables. Los convertidores catalíticos o catalizadores originales -que pueden cotizarse hasta en mil dólares- contienen tres elementos que los hacen caros y atractivos para los ladrones: rodio, platino y paladio.
Alicia finalmente resolvió su problema comprando un catalizador universal por poco más de 3 mil pesos; estas piezas son menos caras porque no contienen los metales mencionados que sí tienen las refacciones originales. Esta pieza sirve para el control y reducción de los gases nocivos expulsados por el motor de los vehículos.
Este es un delito que casi no se denuncia, y aunque se registra como robo de autopartes, la frecuencia y la rentabilidad con que se presenta motivaron a que el diputado Julio césar Vázquez presentara una iniciativa en el Congreso del Estado para aumentar la sanción contra quienes lo cometen, de dos a cinco años de cárcel y multas de 9 mil a 50 mil pesos, para inhibir la práctica.
Prefieren cambiarlos y venderlos antes de que se los roben
Jesús López, del negocio Catalizadores y Mofles Los Norteños, comentó que en su taller instalan unos seis catalizadores por semana. En más del 90 por ciento son casos de personas que quieren cambiar la pieza original de su vehículo por una universal antes de que se las roben, y obtener una ganancia al venderla ahí mismo.
Esos catalizadores los venden a mecánicos de su confianza pero si llega alguien que no conocen y ven todas las señales de que se trata de artículos robados, no los adquieren.
Del taller Mofles Presidio, Carlos Salcedo explicó que ahí se instalan unos 20 catalizadores a la semana, pero en gran parte porque ya están dañados y requerían reposición. Los venden a representantes de refinerías en Estados Unidos donde separan los componentes.
En México no está permitido el reciclaje de este tipo de piezas, como asienta el artículo 31 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. Según un encargado de refaccionaria, una parte se va a Estados Unidos y la otra se va al mercado negro de Asia, en especial a Japón.
Metales componentes, el más caro, el precioso y el raro
Considerado el metal más caro del mundo, hace dos años el rodio -uno de los tres materiales que solo están contenidos en los catalizadores originales- alcanzó los 8 mil dólares por onza de 28 gramos. Es dúctil de color blanco plateado que tiene un punto de fusión mayor al platino, del que es un subproducto.
El platino es un metal precioso, maleable, dúctil, resistente a la corrosión y se le encuentra en distintos minerales, con frecuencia junto al níquel y el cobre. Se emplea en joyería, equipos de laboratorio, contactos eléctricos, empastes y por supuesto, en los catalizadores.
De color blanco plateado, el paladio es un metal raro que tiene el punto de fusión más bajo y el menos denso del grupo de metales del grupo del platino. Más de la mitad de la oferta de este material se usa en convertidores catalíticos.
Detenidos con herramienta y en flagrancia
Este año la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Mexicali ha detenido a varias bandas dedicadas al robo de convertidores catalíticos.
El 8 de enero pasado detuvo a dos personas -identificadas como autoras de varios hurtos de catalizadores- en el fraccionamiento Villa del Roble; se les aseguró una sierra eléctrica, la herramienta indispensable para el robo de esas partes.
El 10 de febrero en la colonia República Mexicana se detuvo a otro sujeto en flagrancia, y el 15 de marzo en el fraccionamiento Valle Dorado otro hombre relacionado con varios robos de catalizadores también quedó detenido, en el fraccionamiento Jardines del Lago.
Los catalizadores pueden cotizarse hasta en mil dólares, aunque hay una oferta notable de estas piezas en redes sociales, por precios más económicos, pero de origen desconocido.
Según el artículo 232 del Código Penal de Baja California, los negocios que compren mercancía robada se hacen acreedores a prisión de seis meses a nueve años y de 200 a 500 salarios mínimos de multa, sanciones que no han logrado inhibir el robo de catalizadores.