Quedan únicamente 10 vaquitas marinas en el Alto Golfo de California
San Quintín, 18 de mayo.- En el Alto Golfo de California quedan 10 ejemplares de vaquita marina, la mitad de las que se estimaron en el reporte divulgado en 2020. Desde 1999, expertos documentan el declive de la población de esta especie endémica que sólo reside en la región y cuya extinción está asociada con la captura ilegal del pez totoaba, cuyo buche se comercializa en China.
El estudio realizado por Lorenzo Rojas, de Cormac Booth, entre otros expertos, fue presentado ayer en la sesión virtual de la Comisión Ballenera Internacional. En el informe se precisa que de la decena de ejemplares tres serían crías.
Esto es resultado del monitoreo que se realizó entre el 2 de septiembre y el 27 de octubre de 2019 en el área de tolerancia cero, que abarca 288 km2 de la región. El documento detalla que se hizo el monitoreo acústico para evaluar las tendencias en abundancia de la vaquita, pero con tan pocos ejemplares fue necesario usar otros métodos.
Asimismo, refiere que hubo siete encuentros con vaquitas, pero son tan cautelosas y es tan difícil aproximárseles que se obtuvo un número insuficiente de fotografías de alta calidad para el análisis. En agosto de 2020 se realizó un taller, el cual incluyó a todos los observadores que participaron en las embarcaciones en octubre de 2019.
También precisa que fue laborioso rastrear vaquitas porque los barcos y las pangas tuvieron que maniobrar alrededor de los pescadores ilegales que colocan redes de enmalle en la zona.
Los monitoreos de esta especie en peligro de extinción iniciaron 1999 y, desde entonces, los expertos manifestaron su preocupación por la reducción en su población. Con el fin de obtener datos de la especie con una mayor precisión, se desarrollaron métodos de monitoreo acústico, los cuales indicaron que la población de vaquitas continuó disminuyendo con rapidez.
El reporte indica las dificultades para mantener este método debido a que los pescadores ilegales han comenzado a retirar los dispositivos acústicos que se utilizan para registrar los clics de las vaquitas.