Ningún protocolo militar contemplaba que soldados ahogados entraran al mar: Sedena

Tijuana, 19 de marzo. Los siete jóvenes soldados que murieron ahogados en el mar de Ensenada en febrero pasado fueron sometidos a una práctica que no les correspondía por su nivel, la cual está reservada para elementos de fuerzas especiales, que «tienen mucho tiempo en la institución» y cuentan con adiestramiento, afirmó el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González.

Se le cuestionó si entrar al mar ese día -20 de febrero, cuando una ola los arrastró- era parte de su capacitación, a lo que enfatizó que «no está previsto en ningún programa para una persona que acaba de ingresar a las fuerzas armadas; su adiestramiento es de otra naturaleza, es llevar al civil que entra a las fuerzas armadas a conocerlas, a ir obteniendo capacidades para poder seguir o poder incorporarse a las unidades a que pertenece y ya poder desarrollar las actividades que le corresponden».

El responsable del centro de capacitación en Ensenada al que pertenecían los siete jóvenes se encuentra detenido y bajo investigación por parte del fuero militar y el civil por los delitos de desobediencia y homicidio, además de que hay una carpeta abierta para fincar responsabilidades «a los que tuvieron alguna responsabilidad», dijo el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, Sandoval González dijo que «la supervisión se va a incrementar» y «a los diferentes directores de estos centros de adiestramiento se les da a conocer y se les insiste en esta parte de la supervisión y que no se salgan de lo que es el programa de adiestramiento».

Al respecto López Obrador precisó que «el general no quiso exponer por sus métodos, procedimientos por cautela, responsabilidad, pero lo cierto es que se convocó a todos los comandantes de región y de zona y se trató el tema y se les pidió que se cuidara todo lo relacionado con los entrenamientos, y el apego a las normas y a los planes de manera respetuosa pero también enérgica».

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A pregunta sobre si a los cadetes fallecidos se les impuso una novatada, Cresencio Sandoval especificó que «sí tenemos adiestramiento en mar, pero son la gente de fuerzas especiales que ya tienen mucho tiempo en la institución, que llevan también un adiestramiento paulatino para poder enfrentarse a ese medio ambiente marítimo, lo hacen inclusive totalmente uniformados y con equipo pero hay sus técnicas, sus procedimientos que deben ir adquiriendo poco a poco a través de la carrera militar.

«Entonces, si se salió de esa parte es desobediencia y si es esta parte de novatada, como usted la cita, es parte de la investigación que se está llevando a cabo, por qué lo hizo, cuál fue su objetivo de desarrollar esta actividad que no está programada ni ahí ni en ningún otro lado».

Dijo que para evitar que esta situación se repita, los responsables de zonas y regiones militares deben estar supervisando las actividades que desarrollan los centros de adiestramiento «porque es la parte más importante para nosotros ese primer contacto que tiene el civil hacia las fuerzas armadas y debemos estar seguros de que quienes están ahí están aplicando los programas de adiestramiento tal y como se diseñan y están autorizados».

Los programas de capacitación están hechos por pedagogos, por personal especialista en el adiestramiento, por gente con experiencia de cómo llevar a un civil a integrarlo a la vida militar y darle las capacidades para que pueda desarrollar las tareas en el ámbito militar, especificó el secretario de la Defensa.

Sobre las familias de los jóvenes fallecidos aseguró que a través de la Unidad de Vinculación Social se ha apoyado a las familias de los soldados fallecidos: Brando Francisco Gastélum Ayala, Oscar Abraham Sánchez Reyna, Luis Manuel Vilchis Díaz, Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, Fernando Isaías Pérez López, Carlos Omar Frías Lanfar y Michael Arellano Wilkins.

Luego de que una ola arrastró a los soldados que ingresaron al mar para una práctica final de su capacitación, y que según familiares denunciaron que fue parte de una «novatada», los jóvenes ya no salieron y sus cuerpos aparecieron a partir del 25 de febrero y hasta el 1 de marzo en diferentes puntos del mar frente a la Guarnición Militar Militar de El Ciprés donde entrenaban.