Keren murió por un desgarre no atendido; fue un homicidio: abogado 

Mexicali, 21 de febrero.- Keren Vallejo murió por una hemorragia causada por un desgarro en la parte izquierda del útero, dijo el abogado de la familia, Arturo Verdugo Camacho, quien advirtió que el caso “no es una negligencia médica, este es un homicidio”.

Explicó que el sangrado se le fue a Keren hacia la espalda, pero el equipo médico que se encuentra en muy malas condiciones no permitió verlo. Además, indicó que el doctor que la trató en recuperación le solicitó información a la doctora que la operó, pero ella no dijo nada y la trataron como si fuera solo una baja de presión, le dieron medicamento y continuó sangrando.

“Había dos litros de sangre dentro de su estómago y esa fue la causa de su muerte. ¿Se pudo haber evitado?, sí; si la doctora que la operó hubiera dicho lo que pasó en la cesárea. Eso solo se supo hasta que hicieron el estudio patológico que hizo el hospital después de su muerte. En esa autopsia salió dónde empezó todo el problema y que no lo trataran correctamente debido a las malas condiciones del equipo y que ya fue reportado varias veces”, remarcó Verdugo Camacho.

Homicidio y encubrimiento

El abogado fue contundente al manifestar que un homicidio se da cuando alguien hace algo o deja de hacerlo, y especialmente cuando es por omisión impropia. “La doctora que la estaba operando debió haberle suturado ese desgarro. Esa no es una negligencia médica, es un homicidio”.

Verdugo Camacho aseguró que también se desprende un delito que se llama encubrimiento, cuando están obstaculizando, ocultando o alterando datos que puedan llevar al esclarecimiento del delito, pues en este caso no se mandaron los órganos al lugar donde le iban a hacer la necropsia: “¿por qué?, porque se hubiera dado cuenta el doctor que ahí estaba un desgarre y esa era la causa de la muerte. No murió por desangrarse, murió porque tenía un desgarre que no fue atendido”.

Lo peor de todo esto es que pudo haberse salvado, subrayó. Si la doctora hubiera dicho lo que pasó, la hubieran abierto de nueva cuenta. Si ella no podía arreglar el desgarre debió haber pedido ayuda, y no lo hizo; también pudo haberse salvado si el hospital hubiera tenido el equipo en buenas condiciones, o mejores equipos, dijo.

Penas de hasta 16 años

Sobre las penas que alcanzarían los involucrados, el abogado explicó que por tener los órganos ilegalmente como los tuvo el hospital serían de cuatro a 16 años de prisión; “si la delegada fuera la encargada a su vez de quienes cuidan esos espacios, andaría entre cuatro y seis años de prisión; por homicidio estamos hablando de entre ocho y 15 años”.

El IMSS sí entregó información a la familia con los nombres del equipo médico que atendió a Keren, indicó el abogado. “Parece ser que la doctora que la atendió en cuanto salió de la operación pidió un permiso para retirarse. Si se dio cuenta que salió mal, lo que quería era irse”.

El abogado contó que tiene otro caso de negligencia en la Clínica 31, de una bebé que falleció al nacer con un pulmón perforado y cuya muerte intentaron atribuir a la madre, porque «no había sabido darle el pecho».

“Llegó una madre al despacho porque a ella se le pasó el parto porque no tenían doctores para operarla, aquí en la Clínica 31. La familia le llevó un doctor para que la operara, pero en el IMSS le dijeron que si iba a operarla a ella tenía que operar a todas. No la operaron. Se esperaron todo ese día, y el día siguiente cuando la operan ya se le había pasado el parto. La bebé nació con el pulmón perforado, se lo quería atribuir a la mamá diciendo que no había sabido darle el pecho y la había asfixiado. Le estaba atribuyendo la muerte a la mamá”.

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