Denuncian malas condiciones laborales en restaurante ‘La Justina Valle’
Tijuana, 17 de julio.- Tras haber expresado su desacuerdo con un salario por debajo del mínimo y falta de prestaciones básicas con un intento de huelga, el equipo de cocina del restaurante La Justina Valle, en el Valle de Guadalupe, fue despedido, incluido el chef.
El resto de los trabajadores vive en una situación de incertidumbre, pues los dueños han advertido que «a quien no le guste, la puerta está muy grande».
Este sábado, algunos empleados del restaurante, parte de Grupo «La Justina», que tiene otro restaurante en el Valle de Guadalupe y uno en la Avenida Revolución, decidieron empezar una huelga, por lo que el servicio se realizó con la mitad del equipo que normalmente labora.
De manera anónima, uno de los meseros inconformes conversó con La Jornada Baja California para denunciar que su salario es por debajo del mínimo, sus horarios de trabajo son extensos, no cuentan con prestaciones e incluso su situación para transportarse hasta su trabajo es complicada.
«Los meseros ganamos 184 pesos al día (5 mil 550 pesos al mes) y nuestras jornadas de trabajo entre semana es de 11 de la mañana a 9 de la noche, en fin de semana se extiende hasta las 11 de la noche, pero casi nunca nos vamos a esa hora, solemos salir hasta las 11 entre semana y a la 1 en los fines, por qué tenemos instrucciones de dejar a los comensales hasta que ellos se quieran ir, no cuando cerramos», comentó el mesero.
También explicó que solo cocina y barra tienen seguro médico, pero que quienes laboran en estas secciones se encontraban inconformes pues no hubo un reparto de utilidades, ya que no cuentan con esa prestación.
De acuerdo con el trabajador, el argumento para no pagarle más a los empleados es porque las propinas que reciben durante sus turnos pueden ser considerables cantidades de dinero, sin embargo, esa no es la experiencia de los meseros.
«Si hay ocasiones en las que sales con 3 o 4 mil pesos de propina, pero no es siempre, en la temporada baja hay días en los que no hacemos casi nada en propinas, hay gente coda, en ocasiones nos dejan el 10 por ciento, pero nosotros tenemos que dar el ocho por ciento para que se reparta entre cocina y los otros departamentos, y un uno por ciento que va para nuestros ayudantes», detalló.
«Tampoco tenemos transporte, yo creo que me gasto unos 500 pesos de transporte entre Uber y gasolina para que me den raite ida y vuelta», mencionó el mesero.
La noche del sábado los dueños del establecimiento realizaron una reunión con los empleados que se quedaron y dijeron sentirse «emboscados» por los trabajadores.
Durante la reunión aseguraron que «cualquiera que se quiera ir, la puerta está bien grande» y en un momento de tensión cuando el jefe de cocina empezó a mencionar las inconformidades, por las cuales su equipo de trabajo se retiró, le pidieron que se fuera junto con el resto del equipo de cocina.
Todos fueron despedidos y los empleados que se quedaron fueron reubicados temporalmente al otro restaurante que tienen en el Valle de Guadalupe.
«Hubo una crítica de recursos humanos, que compraron unas cebras para el otro restaurante, que alguien nos dijo que les salieron en 150 mil cada una y aún así no tienen para pagarnos mejor», recalcó el mesero.
Además criticó el área en qué les permiten comer a los empleados del restaurante, pues es un área pequeña, la cual está rodeada por desechos, dónde reciben comida de baja calidad, pues de acuerdo con los trabajadores «los jefes tienen un presupuesto de 2 mil pesos para que coma una planta de 70 a 90 empleados.
También durante la reunión fue retirada una mujer que intentó grabar la discusión, quien dijo sentirse amenazada.
El establecimiento permaneció cerrado durante este domingo y los trabajadores que no se presentaron a la reunión con los dueños aún están a la espera de saber si aún tienen trabajo o no.
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