Denuncian docentes falta de medicina y atención especializada en el Issste
Tijuana, 23 de mayo.- Los desmayos súbitos que sufre en su salón de clases indican a la profesora María Azucena Ramírez Sánchez que su estado de salud se ha deteriorado, lo atribuye a la falta de medicamentos y atención especializada para tratar la enfermedad vascular cerebral (EVC) que padece desde enero.
Al participar en una protesta este lunes frente al hospital del Issste «Fray Junípero Serra» en el fraccionamiento Las Palmas, denunció con otros de sus compañeros las precarias condiciones médicas de los 75 mil derechohabientes, de quienes, según el líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Marco Antonio Pacheco Peña, 75 por ciento son docentes.
“Se ha estado deteriorando (mi salud) porque el 20 de enero yo ingresé con el labio desviado y no me podía mover; me dicen que es ansiedad… cómo no me va a dar ansiedad si me puedo quedar tirada en el piso sin moverme y sin hablar”, relató la profesora Azucena Ramírez.
Cotiza hace casi década y media; la primera vez que requiere el servicio no lo recibe
Es maestra desde 1997 y desde hace 24 años le han descontado cuota médica vía nómina, pero en esta primera ocasión que requirió de un especialista no ha tenido respuesta del Instituto de Seguridad y Servicios Social para los Trabajadores del Estado (Issste), según su testimonio.
Ramírez Sánchez refirió que solicitó una cita en neurocirugía y debido a que el Issste en Baja California no cuenta con un neurólogo la refirieron a Sinaloa el 2 de febrer,o pero cuando llegó a la cita -de urgencia- la regresaron a Baja California porque no llevaba los estudios y el protocolo que se requería, y sigue sin hacérselos porque no hay presupuesto.
Ante su situación cada vez más complicada la profesora reclamó la intervención de las autoridades federales, directamente del mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador: «yo sí le solicito el presidente de la República que vele por los intereses de los maestros porque en mi caso».
Cuestionó «cómo es posible que después de haber cotizado por 24 años no tengan el dinero para los estudios básicos de salud, ni siquiera para el medicamento completo».
Sin opción en otros municipios
Mientras Hugo Monrroy, otro profesor, señaló que los maestros de Rosarito y municipios alejados enfrentan el inconveniente de tener que trasladarse hasta Tijuana a recibir atención.
«Se necesita la clínica porque te imaginas tener que venir de Rosarito hasta acá únicamente por medicamento», dijo al mencionar las dificultades para obtener una una cita de especialidad pues requiere «hasta a tres o cuatro vueltas» y en caso de urgencias «si llegan a venir tienen que pasar las de Caín».