Declive del río Colorado golpeará a Baja California
Mexicali, 18 de agosto. Baja California y San Luis Río Colorado, en México, y los estados de Arizona y Nevada, en Estados Unidos, resentirán el impacto de la sequía más larga de los últimos 144 años en la cuenca del río Colorado, con la reducción de los volúmenes de agua que se suministran a partir de ese cauce.
Representantes de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de los dos países alertaron en una conferencia de prensa conjunta en Mexicali -el 16 de agosto-, sobre el grave deterioro del río Colorado, que nace en el estado de ese nombre, en las Montañas Rocosas, serpentea por Utah, Arizona, Nevada, California y llega al Golfo de California.
Advirtieron que se requieren más acciones preventivas ya que la sequía que se vive generará más reducciones para ambos países el próximo año.
Se perderá más de lo que consume Mexicali en todo un año
De acuerdo con lo anunciado, México recibirá 7 por ciento menos de agua, lo que significa 128 millones de metros cúbicos o 1.3 veces del consumo urbano de todo un año de Mexicali.
Además, la pérdida para Arizona es de 18 por ciento de su abasto, pero se prevé que en 2023 llegará hasta 21 por ciento, y la merma para Nevada es de 8 por ciento, aunque ahí se descartan repercusiones porque tiene altos volúmenes de reúso del líquido, con lo que no consume todo lo que se le asigna.
En general, para México se estima que la reducción llegará a los 86 millones de metros cúbicos, con ahorros con categoría de «recuperables» de 42 millones de metros cúbicos, para el próximo año, cuando Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, recibirán mil 722 millones de metros cúbicos.
El secretario para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua de Baja California, José Armando Fernández Samaniego, indicó que el sector público urbano tendrá prioridad en el suministro del recurso.
Destacó que es necesario realizar un gran acuerdo entre todos los usuarios y todas las autoridades para llegar a un punto donde no exista afectación para ninguno, aunque subrayó que en el orden de prelación estará primero el uso público urbano.
Llega en plena sequía; todo se agrava
La reducción de agua del Colorado a Baja California llega cuando el estado en la esquina noroeste de México ya ha tenido que comprar agua a Estados Unidos para enfrentar la sequía.
La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt) informó este mes que tuvo que pagar un millón 600 mil dólares a Estados Unidos para transportar agua y tratar de recuperar niveles aceptables en la presa El Carrizo, que abastece a Tijuana, con casi 2 millones de personas.
Este es el segundo año consecutivo que el Departamento del Interior ordena reducción al agua que cruza la frontera, en 2021 fue una disminución del 5 por ciento.
El recorte no es nada más para México, es drásticamente del 21 por ciento para el estado de Arizona y del 8 por ciento para Nevada.
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El subsecretario del Interior, Tommy Beaudreau, dijo que el Colorado, que abastece a unos 40 millones de estadunidenses y 3.9 millones de bajacalifornianos ha enfrentado sequía durante 23 años.
Beaudreau dijo que la sequía empeora y afecta la cuenca del río Colorado por “efectos del cambio climático, incluido el calor extremo y la escasez de precipitaciones”.
“A su vez, las condiciones de sequía severa exacerban el riesgo de incendios forestales y la alteración de los ecosistemas, lo que aumenta la presión sobre las comunidades y nuestros paisajes”, agregó.
Declaró que “dicho esto, nos mantenemos firmes en la necesidad de proteger el sistema”. Mencionó que los recortes han sido negociados pero que probablemente no serán los únicos.
El Colorado nace en Utah con el nombre de río Verde (Green) atraviesa siete estados de la Unión Americana antes de cruzar la frontera cerca de los límites entre Baja California y Sonora.
Mientras que en Sonora abastece a un sector del noroeste de ese estado, para Baja California es la única opción.
En un plan de emergencia, el estado de Baja California suspendió el suministro en 400 colonias de Tijuana y Playas de Rosarito durante julio y para recuperar niveles en la presa El Carrizo.
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Reducción programada
La disminución del agua que se entrega anualmente a México por la cuota establecida deriva de un acuerdo entre ambos países, el cual se tomó ante la sequía histórica que se registra en la zona, explicó la
comisionada de México, Adriana Reséndez Maldonado, quien además expuso que la situación exige una respuesta enérgica y monitorear lo que está ocurriendo.
El acuerdo quedó asentado en el Acta 323 y se firmó por la CILA en 2017; en la misma se expone el compromiso de ambos países en impulsar inversiones en proyectos de conservación y establecer acciones de cooperación.
La escasez del recurso que padecen los estados que integran la cuenca del río Colorado «es muy fuerte», según la comisionada de CILA de Estados Unidos, María Elena Giner; advirtió que el lago Mead -localizado en el estado de Nevada-, está a casi ocho metros por debajo del nivel que tenía en 2021, y actualmente se encuentra a 25 por ciento de su capacidad, mientras sigue bajando.
Se agrava estrés hídrico; sequía provocará más reducciones
La situación es crítica con el reciente decreto de sequía anunciado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pues el estrés crítico que padece la región se agravará con la reducción del líquido entregado, expuso el activista y maestro en Geografía por la Universidad Autónoma de México (UNAM), Iván Marínez Zazueta.
Como se sabe, para esta entidad y particularmente Tijuana y la actividad agrícola del Valle de Mexicali, el agua que se recibe del Colorado es vital; esta entidad junto con San Luis Río Colorado, Sonora, integran la parte baja de la cuenca del río Colorado.
El Observatorio de la Tierra de la Administración de la Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), el descenso de los niveles del río Colorado y del lago Mead «ilustra claramente el cambio climático y una sequía de largo plazo que puede ser la peor en el oeste de Estados Unidos en 12 siglos». (Con información de Cristian Torres Cruz, Antonio Heras / La Jornada, y Manuel Ocaño)