Asesinato de agente de la FESC sin relación con otros ataques a policías: fiscal
Tijuana, 30 de enero. El asesinato del agente de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), Keevyn Gaxiola Perales, no parece que guarde relación con otras agresiones a policías ocurridas en las últimas semanas en Tijuana, señaló la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), María Elena Andrade Ramírez.
El cuerpo de Gaxiola Perales, quien se había integrado a la corporación apenas en el mes de diciembre de 2023, fue hallado a las 20:38 horas del sábado 27 de enero sobre el bulevar 2000.
Junto a él se encontraba el cadáver de otro hombre, que presuntamente respondía al nombre de Tomás Campos, alias “El Tommy”, quien, según información extraoficial, se desempeñaba como agente de la FGE, sin que hasta este momento ese dato haya sido confirmado o desmentido por las autoridades.
Uno de los occisos estaba totalmente desnudo y otro tenía puesto solamente un bóxer. Ambos presentaban huellas de violencia.
“Quiero comentar que sí fueron torturados, fueron golpeados y al parecer sí era un ataque directo sobre ellos. Es lo que podemos decir hasta este momento”, informó la fiscal general del estado.
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Las primeras versiones en las horas posteriores al crimen mencionaban que el joven había sido reportado como desaparecido, pero Andrade Ramírez señaló que él había solicitado un permiso para ausentarse de su trabajo, alegando que tenía que resolver problemas personales.
Señaló que no existen datos que sugieran que el agente de la FESC haya recibido amenazas, tampoco se le han encontrado antecedentes que pudieran explicar la razón del homicidio, sin embargo, la fiscalía está investigando su entorno personal y el del otro hombre asesinado.
“En los anteriores eventos donde han sido ultimados agentes de la fuerza estatal, inclusive de otras corporaciones, las investigaciones han seguido su curso (…) y este tema no parece guardar relación con los anteriores homicidios”, expresó.
El 18 de enero, un elemento de la Policía Municipal de Tijuana, identificado como Josué Ramírez Canales, fue asesinado a balazos mientras se encontraba en el Libramiento Sur. Entre octubre y diciembre de 2023, cuatro agentes de diferentes corporaciones fueron ejecutados en Tijuana, dos de ellos en respuesta a su presunta participación en el robo de un cargamento de droga.
