A cubetazos, vecinos apagan incendios en San Quintín
San Quintín, 8 de diciembre. En menos de cinco minutos, un incendio que inició por causas aún desconocidas acabó con el patrimonio de una familia jornalera en el fraccionamiento Santa María Los Pinos, y gracias a la rápida intervención de los vecinos el fuego no se propagó a otras viviendas aunque sí causó daños en dos.
A unos 300 metros, las madrinas de la virgen de Juquila, ataviadas con traje típico mixteco ofrendaban un baile al ritmo de música de una banda que también presentaba sus respetos, pero suspendieron por unos minutos ante la vista de las llamas que se elevaban y la preocupación de que los bomberos más próximos se encontraban a 20 kilómetros, en San Quintín, la cabecera municipal.
Con mangueras y cubetazos que se pasaron en cadena, los vecinos apagaron el fuego en unos minutos, y para cuando llegaron dos pipas -una particular y otra de la empresa agrícola Los Pinos- alcanzaron a terminar de controlar la situación con apoyo de policías municipales; los bomberos solo hicieron una revisión porque a su arribo el trabajo estaba hecho.
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La casa consumida por las llamas se encontraba sola porque sus ocupantes estaban trabajando, fue hasta que los vecinos los llamaron cuando acudieron a encontrar en cenizas lo que fue su hogar; la casa aledaña se quemó parcialmente pero los vecinos alcanzaron a sacar los muebles al patio.
La principal preocupación durante el tiempo que las llamas se alzaban era que alcanzaran las casas vecinas -todas construidas con madera y pegadas unas con otras- pero principalmente que el agua se acabara pues la mayoría de los días no tienen servicio por tubería, así que cubren sus necesidades necesidades con tinacos y tambos que llenan con pipas una o dos veces por semana.
También les angustiaba que el fuego llegara a un tanque de gas de 45 kilos, así que se enfocaron en empapar el área cercana. Al constatar que ya no había riesgo, quienes asistían a la fiesta de la virgen de Juquila -que se celebra cada 8 de diciembre- regresaron a la celebración.
El fraccionamiento Santa María Los Pinos está ocupado en su mayoría por familias jornaleras que trabajan en la empresa Los Pinos; cuenta con energía eléctrica y está conectado a la red de agua potable, pero no es un servicio seguro, además de que sus calles están sin pavimentar y el tránsito es algo complicado.
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