Es claro que el ex presidente Enrique Peña Nieto no es de los que mantienen por años sus lujosas residencias, sino las comercializa.
Claro que está el compromiso mexicano de invertir aún más en la frontera, todo sea en nombre de las remesas que tanto bien hacen.
Nunca hubo tanta necesidad, como ahora, de reformar la ley para juzgar al traidor a la patria, se vista de político o se escude en la toga.
Ahí van, todos entristecidos, a sepultar al centenario ex presidente. Cada uno lleva a cuestas su propia historia de represión.
La autoridad se prepara de muchas formas para responderle a la población respecto a la falta de agua y hay que ver lo imaginativos que son.
El pensamiento conservador está bajo detallado escrutinio, como también está bajo revisión la relación con nuestro vecino del norte.
Simbólica conversación entre dos ex presidentes ataviados con uniforme de servidumbre y con sendos jitomatazos.
Bienvenida la adusta figura del secretario de Economía, Rogelio Ramírez de la O, al mundo de los monos de Magú, toda una cuidada obra.
Siempre controversial la postura del ex delegado de la Cuauhtémoc, aspirante a la gubernatura de la CDMX y líder en el Senado.
Estilizada composición de la pantalla chica bajo el argumento de una narrativa de los medios caracterizada por procesar desechos.