A los bancos, miles de millones por la deuda del Fobaproa
Nuevo Vallarta, 8 de mayo.– Uno de cada cinco pesos que los principales bancos que operan en el país recibieron por los intereses derivados de su participación como poseedores de papeles de la deuda pública provinieron justamente de los bonos del rescate bancario de hace tres décadas, de acuerdo con información oficial.
Estos títulos son conocidos como bonos de protección al ahorro o BPA, los instrumentos financieros que se emiten para refinanciar los pasivos que se arrastran desde el rescate bancario iniciado en 1995 por el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo por medio del Fobaproa y después del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
De acuerdo con los informes financieros de los principales bancos que operan en el país, y que se consideran de tal importancia para el sistema que una quiebra en ellos podría generar una crisis en el sector, el año pasado aproximadamente uno de cada cinco pesos en intereses devengados de sus inversiones en deuda gubernamental provienen de los pasivos IPAB.
Como parte de sus inversiones financieras, los bancos de importancia sistémica –BBVA, Santander, Banorte, Banamex, Scotiabank, HSBC, Inbursa, y de manera más reciente Citi, cuyos informes no se revisaron para el propósito de este texto– realizan inversiones en deuda gubernamental, no sólo en la mexicana. Sus tenencias incluyen eurobonos y papeles del Tesoro estadunidense.
En el mercado mexicano hay una serie de instrumentos en los que los bancos invierten, como los pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento (PRLV), los certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), los bonos de desarrollo del gobierno federal (Bondes), los bonos de desarrollo del gobierno federal en Udi (Udibonos) y los mismos BPAS que emite el IPAB como parte de los refinanciamientos de la deuda pública.
El grado de detalle con el que los principales bancos del sistema financiero reportan en sus informes anuales varía. Sin embargo, hasta el cierre del año pasado, los principales bancos tenían en conjunto al menos un billón 882 mil millones de pesos en inversiones de la deuda gubernamental mexicana, adicionales a las tenencias que reportaron en eurobos, papeles del Tesoro e instrumentos de regulación monetaria del Banco de México.
Entre los intereses devengados de sus inversiones, los principales bancos informaron que al menos habían generado 21 mil 884 millones de pesos de ellos, 4 mil 649 millones serían exclusivamente por las tenencias en bonos de protección al ahorro, o bonos IPAB. Esta cifra podría ser mayor, si se toma en cuenta la disparidad con la que algunos de los principales bancos reportan y que no son las únicas instituciones financieras que adquieren este tipo de deuda.
Cada año el gobierno federal se endeuda para pagar los pasivos del IPAB. Este año emitirá 254 mil 400 millones de pesos en deuda para refinanciar los pasivos del sucesor del Fobaproa. Sólo en el primer trimestre del año, como parte de esas amortizaciones, el IPAB pagó 107 mil 4 millones de pesos, de los cuales, 80 mil 407 millones fueron a capital y 26 mil 597 millones a intereses, el llamado costo financiero de la deuda.
Ese costo financiero de la deuda va en parte a los balances de los bancos, que se han beneficiado no sólo de las altas tasas de interés por los créditos que ponen en el público consumidor, sino también como inversionistas gubernamentales.
Desde diciembre de 1995 hasta la fecha se han pagado más de 2 billones en intereses –actualizados a precios de marzo de este año–, y aún se adeuda más de un billón por el rescate.