Disminuye pesca de pulpo por cambio climático
Campeche, 14 de enero. México es el segundo país exportador de pulpos en el mundo; se calcula que su producción pesquera es de 20 mil a 30 mil toneladas al año sólo en la Península de Yucatán. Sin embargo, esta especie podría alejarse hacia aguas más profundas ante los efectos del calentamiento de los océanos.
Así lo afirmó el académico de la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Rosas Vázquez, quien junto con su equipo realizan estudios sobre la sensibilidad térmica de dicho animal.
El experto universitario explicó que el Octopus maya se desarrolla bien en la Península de Yucatán, cuya plataforma continental es bañada por una corriente de agua fría proveniente del Caribe, desde una profundidad de 300 a 400 metros. Esto hace que las temperaturas fluctúen entre los 22 y 23 grados durante el verano, lo que ha generado condiciones oceanográficas favorables para esta especie, pero están cambiando.
A partir del año pasado, han registrado ondas de calor importantes y se ha observado que la pesca de pulpos ha disminuido, por ejemplo, en Campeche donde la corriente fría no llega.
“Los pescadores lo atribuyen a la sobrepesca y otros efectos, yo insisto que es la temperatura, de más de 30 grados. Los pulpos no las toleran, sus límites están por los 27 grados”, alertó.
Los datos respecto a la temperatura los obtienen del monitoreo que lleva a cabo el Instituto de Ingeniería, a partir de una boya oceanográfica que les envía información permanentemente.
Rosas Vázquez indicó que, si esta especie se mueve a aguas más profundas, tendrá que buscar si existe alimento. Además, habría un efecto económico importante para los pescadores ribereños quienes solamente pueden recorrer una pequeña franja de la Península, 15 o 20 kilómetros.
“Si se quedan en aguas profundas serán capturados por flotas, barcos más grandes y cuya derrama económica no es para los pescadores costeros, sino que está ligada con empresas”, precisó.
Sensibilidad térmica
El académico detalló que en el laboratorio estudian cómo los factores ambientales determinan el bienestar y el éxito de las poblaciones acuáticas de interés, tanto ecológico como pesquero y acuícola.
Agregó que la mayoría de los animales acuáticos que no pueden regular su temperatura corporal dependen del medio para sus actividades.
Añadió que una manera de demostrar que se están moviendo a aguas más profundas sería marcarlos, pero es difícil, ya que son animales hábiles y con los ocho brazos que tienen se logran quitar los marcadores.
Rosas Vázquez comentó que actualmente realizan un proyecto con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Artes y Tecnologías para efectuar un muestreo intensivo -a través de una boya- sobre las condiciones oceanográficas y establecer con mayor precisión las variaciones de la temperatura. Tendrá una duración de tres años.