Niños y jóvenes autistas reciben terapia con especialista rumano
Tijuana, 20 de junio. Durante cinco días, un total de 23 niños y jóvenes autistas son atendidos por el especialista rumano, Paul Cojocaru, quien les da la terapia que creó que lleva por nombre “3C”, que son ejercicios especializados en potencializar y desarrollar tres aspectos del neurodesarrollo: concentración, coordinación y conciencia.
Esta actividad pudo lograrse gracias a la colaboración entre la fundación Alumbre, la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y el propio Cojocaru.
Leonor del Toro Norzagaray, presidenta de la fundación Alumbre, dijo que el acercamiento con el terapeuta inició en 2017, cuando su hija y su sobrina fueron a Vancouver, Canadá en representación de su otro hijo, quien tiene la condición de autismo y no pudo hacer el viaje a un evento sobre este trastorno que se celebró en dicha ciudad.
La hija de Del Toro Norzagaray tuvo interés en la terapia de Cojocaru y lo invitó a Tijuana, ciudad que visitó en 2018 para dar una serie de conferencias en la UABC. Debido a la pandemia de COVID-19, el especialista tardó cinco años en regresar y en 2023 volvió a impartir una plática para explicar su método de atención al autismo.
También puede interesarte: La Casita de U. T., un punto de apoyo para mujeres trans
Finalmente, pudo poner en práctica su terapia del 17 al 21 de junio, beneficiando a personas de 3 a 33 años que viven con autismo y que han estado acudiendo al gimnasio del Campus Otay de la UABC.
Uno de los beneficiados es Alex, hermano de Natalia Mariscal, directora de Imagina Comunidad, quien indicó que actualmente brinda a personas con discapacidad y sus familias un espacio de convivencia y aprendizaje mediante la impartición de talleres.
Relató que su hermano recibió su diagnóstico de autismo hasta que cumplió 18 años, pues en su infancia no había mucha información que auxiliara a identificar este trastorno. Al convivir con alguien que enfrenta dificultades, comprendió la necesidad de apoyar a otros jóvenes en la misma situación.
Del Toro Norzagaray comentó que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 10 mil personas autistas en Baja California, cuyas familias requieren más de seis mil pesos al mes para brindar la educación y terapias que el niño o joven necesita para un buen desarrollo
Por eso, resaltó la importancia de la atención gubernamental a este sector de la población, haciendo un exhorto para la creación de espacios donde impartan talleres o capacitaciones.