Universitarios de EU desafían al poder académico y político
Nueva York Y Washington, 30 de abril.- Estudiantes desafiaron órdenes de autoridades académicas de desalojar plantones en decenas de universidades, incluida Columbia, en Nueva York, donde en lugar de retirarse recibieron apoyo de cientos de estudiantes más y profesores junto con simpatizantes externos, mientras el movimiento contra la guerra de Israel en Gaza y la complicidad estadunidense se amplía tanto en universidades privadas de élite como en las públicas por todo el país.
Por diversos puntos del país, los estudiantes y sus aliados cantaron, dijeron oraciones musulmanas y judías, portaron carteles con fotos mostrando que «ya no hay universidades en Gaza», repitieron consignas de alto el fuego y alto a la complicidad estadunidense, y afirmaron en sus pancartas que «Silencio es violencia».
La rectora Nemar Minouche Shafik, de Columbia, ordenó a estudiantes a desalojar el plantón en el centro del campus de lujo en Manhattan a las 14 horas de ayer o ser sujetos a castigos y suspensión de esa universidad. Al llegar la hora límite, los jóvenes respondieron en conferencia de prensa que «estas tácticas repulsivas de intimidación no significan nada comparado con las muertes de más de 34 mil palestinos. No nos moveremos hasta que Columbia cumpla con nuestras demandas o seamos movidos por la fuerza».
Poco antes, cientos de estudiantes rodearon el campamento en el gran cuadrante central de la universidad junto con brigadas de profesores que una vez más se proclamaron protectores del plantón. En las rejas de la entrada principal, en Broadway y la Calle 116, simpatizantes externos expresaron su apoyo.
La rectora había anunciado horas antes que negociaciones iniciales con representantes del plantón de los estudiantes habían fracasado, rechazó tajante la demanda central de los alumnos para que Columbia retire sus inversiones en empresas con vínculos con Israel, pero afirmó que por ahora no llamaría otra vez a la policía como hace unos días, represión que multiplicó plantones en otras universidades.
Sin embargo, la policía metropolitana estaba presente en las afueras del campus nutriendo las tensiones. Mientras, la universidad empezó anoche a cumplir con su amenaza de suspender a estudiantes.
En la capital del país, un plantón en la Universidad George Washington se reconstituyó después de ser reprimido el viernes pasado, dejando sólo a unos cuantos estudiantes que la policía rodeó con barricadas para evitar que se sumaran más personas. A las 2 de la mañana de ayer el sitio fue tomado de nuevo por los manifestantes y en lugar de las 30 tiendas de campaña iniciales ahora hay 70.
Sophie, universitaria de segundo año en George Washington, comentó a La Jornada que estudiantes de todas partes de la capital están participando en las protestas en demanda del “retiro de todos nuestros fondos de inversión (de la universidad) del Estado sionista de Israel.
«He tomado muchas clases sobre descolonización, y ésta es una oportunidad para practicar lo aprendido», agregó. Subrayó que el plantón está inundado de arte y música «para construir nuestra comunidad entre gente de diversos orígenes, incluyendo muchos estudiantes judíos», y describió cómo anoche hubo cantos de resistencia irlandeses, filipinos, palestinos y estadunidenses.
Los actos de protesta de estudiantes siguen multiplicándose por el país en más de 75 universidades. Se han instalado plantones en la principal universidad pública de Indiana y la de Ohio, la de Carolina del Sur, la Universidad Estatal de Arizona, algunas del sistema público de la Universidad de California incluyendo Berkeley, Los Ángeles y Riverside, la Universidad de Wisconsin y también la de Minnesotta.
En la Universidad de Texas en Austin, estudiantes pacíficos fueron reprimidos y obligados a ceder el lugar que habían ocupado sólo para retomarlo horas después al crecer sus números y hacer retroceder, por ahora, a las fuerzas de seguridad.
Mil arrestos
Las acciones de represión han resultado en aproximadamente mil arrestados en el país, con escenas de violencia física por policías antimotines, «antiterroristas» y hasta Guardia Nacional en diversas universidades, tanto privadas como públicas, desde Yale hasta George Washington, la Universidad de Nueva York y la Universidad Emory, entre otras.
En la Universidad de Indiana la policía colocó francotiradores en algunas de las azoteas de esa casa de estudios; en Nueva York acudieron unidades «antiterroristas» a reprimir algunos de los plantones, mientras en otras fueron filmados agentes policiacos con armas de fuego listas para usarse, y en algunas se emplearon tasers, balas de goma y gas lacrimógeno contra lo que fueron casi universalmente campamentos y manifestaciones pacíficas.
Aunque la atención de los medios se ha concentrado en universidades de élite privadas como Columbia, Yale, Harvard, Princeton y Stanford, entre otras, para los políticos locales y federales es aún más preocupante que el movimiento se está extendiendo a las grandes universidades estatales públicas del país, cuyos estudiantes y sus familias viven –y votan– en esos estados, incluyendo varios que son claves para determinar la elección presidencial y legislativa este año.
Para las autoridades universitarias cada vez hay más prisa, ya que se está concluyendo el año escolar y se preparan para sus actividades de graduación. En Columbia, por ejemplo, la ceremonia de fin de cursos está programada para el 15 de mayo, justo en el centro del campus, donde a un lado está el plantón. La lujosa Universidad del Sur de California anunció la cancelación de su ceremonia de fin de año después de, entre otras cosas, prohibir que la estudiante elegida como representante de su generación, musulmana, ofreciera el tradicional discurso estudiantil en esa ceremonia.
Más aún, muchos de los rectores de las universidades privadas están bajo intensa presión de donantes multimillonarios y políticos de ambos partidos para poner fin a los plantones. Algunos legisladores federales demócratas, incluyendo líderes de esa bancada, hasta se han sumado a demandas de sus contrapartes republicanas exigiendo que las autoridades universitarias como las de Columbia actúen de manera decisiva para desmantelar los plantones. Acusan que esas acciones son antisemitas, algo cotidianamente rechazado por integrantes judíos de estas protestas y sus aliados, incluyendo rabinos y sobrevivientes del Holocausto.
Gracias al universo por los estudiantes universitarios de Estados Unidos. Mientras Netanyahu y Biden continúan la matanza de los inocentes, estadunidenses jóvenes están respondiendo; es una escena increíble e inspiradora, escribió el documentalista Michael Moore.