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Baja California

Presenta UABC el foro Agua: ¿cuánta y hasta cuándo?

Por: Redacción La Jornada Baja California

Es necesario que gobierno, ciudadanía, universidad, empresas e industrias, se unan en torno al cuidado del recurso hídrico. Foto La Jornada Baja California

Por: Redacción La Jornada Baja California

Mexicali, 24 de junio.- La Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en conjunto con el Ayuntamiento de Mexicali, presentó el foro Agua: ¿cuánta y hasta cuándo?, en el que se contó con la participación de expertos en el tema, quienes presentaron la situación que actualmente atraviesa la región noroeste y de manera particular, la capital del estado

Para inaugurar el evento, se contó con la presencia del secretario general de la UABC, doctor Joaquín Caso Niebla, quien mencionó que este tipo de eventos refuerza el compromiso de la universidad con el desarrollo sostenible y el bienestar de la sociedad bajacaliforniana, de la nación y del mundo. “La UABC, como agente de cambio social, asume su responsabilidad de ser promotora de esa transformación”, expuso.

Agregó que, si bien las personas que habitan en Mexicali están acostumbradas a tener agua las 24 horas del día durante los 365 días del año, este escenario está muy cerca de cambiar, por lo tanto, es necesario que gobierno, ciudadanía, universidad, empresas e industrias, se unan en torno a un mismo propósito: cuidar del recurso hídrico en el presente y el futuro.

Por su parte, la maestra Norma Alicia Bustamante Martínez, presidenta municipal de Mexicali indicó que este tema es de suma importante para la capital del estado, por lo que es necesario abordarlo con la participación de investigadores e investigadoras, así como integrantes de la sociedad civil. Agradeció a la UABC por su gran aportación para la realización de este evento y por abrir las puertas a la sociedad en general para que pudiera ser parte de este foro.

“Antecedentes de la problemática de disponibilidad de agua en la región binacional México-EUA”

Inició el foro con la temática “Antecedentes de la problemática de disponibilidad de agua en la región binacional México-EUA” en la que participó el doctor Paul Ganster, director del Instituto para Estudios Regionales de las Californias, de la Universidad Estatal de San Diego (SDSU), y el doctor Marco Antonio Samaniego López, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UABC.

El doctor Ganster mencionó que la producción de agua ha ido disminuyendo a largo plazo en la cuenca del río Colorado, mientras que la población ha crecido significativamente, lo que resulta en una amplia demanda de este líquido. Resaltó que la gestión de las aguas del río Colorado es compleja ya que intervienen dos gobiernos federales y muchas partes interesadas tanto en México como en Estados Unidos, además de que no existe un acuerdo binacional para la gestión de aguas subterráneas, las cuales son más importantes para la distribución del recurso hídrico.

Señaló que al agua existente se debe racionar y vislumbra un cambio en la proporción del uso, ya que actualmente alrededor del 80% del líquido se utiliza en los campos agrícolas de los dos países. Entre los próximos retos del agua mencionó: seguridad hídrica para los usuarios; variabilidad climática y sequía a largo plazo; vulnerabilidad del sistema de distribución de agua a los desastres naturales, principalmente por ser esta una zona sísmica, y gestión de la cuenca binacional y distribución equitativa de la escasez de agua.

Durante su intervención, el doctor Samaniego López indicó que a Mexicali llegaban 20 000 millones de metros cúbicos de agua provenientes del río Colorado, pero desde hace casi un siglo solo llega poco más de 1850 millones de metros cúbicos; es decir, solo el 8%, el resto del agua se distribuye a otras entidades de Estados Unidos como California, Arizona y Utah. Esta cantidad se determinó en el tratado de Santa Fe de 1922.

El investigador de la UABC apuntó que en el mismo tratado se determinó la cantidad de agua que le correspondería a California; sin embargo, este estado siempre ha sobrepasado los límites, lo que considera es motivo de la sequía que existe actualmente. Además, señaló que los recortes de agua se proyectaron desde 1906 y a principios de este siglo (2004) iniciaron en Arizona, pero en 2022 todos los estados, mexicanos y estadounidenses que comparten aguas, tuvieron un recorte. Estas son cantidades que aún no afectan a los sectores agrícolas ni industriales o a la población, pero se deben tomar medidas para que no sigan creciendo.

Cambios en las cuencas, sequías y manejo actual del recurso hídrico

El segundo bloque correspondió al tema “Cambios en las cuencas, sequías y manejo actual del recurso hídrico” en la que se presentaron el doctor Trent Bigss, investigador del Departamento de Geografía de la SDSU, y la doctora Eliana Rodríguez Burgueño, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UABC.

En su participación, el doctor Bigss habló sobre los cambios que se han dado en las aguas subterráneas, humedales y la agricultura en los alrededores del canal Todo Americano tras su revestimiento, cuya obra se realizó en el periodo de 2007 a 2019. Antes del revestimiento de las aguas subterráneas los niveles se mantenían estables, pero inmediatamente después comenzaron a disminuir entre uno y 14 metros, y la reducción más significativa se dio cerca del canal.

Sobre el impacto que tuvo en los humedales, refirió que imágenes satelitales demuestran que los estanques se han secado y que la vegetación ha disminuido. Además, las granjas agrícolas que rodean el canal también tuvieron afectaciones, por lo que muchos agricultores dejaron de sembrar cerca de la zona. Sobre el impacto que tuvo México con este proyecto, el doctor Biggs determinó que el flujo de agua subterráneas se redujo en aproximadamente en un 30%. Todo esto conlleva a investigar cuál es el balance hídrico entre México y Estados Unidos, conocer el papel que juegan las nuevas tierras agrícolas, hacer un sondeo de los ecosistemas y realizar entrevistas con más agricultores para conocer su percepción y el impacto económico que han tenido.

La doctora Rodríguez Burgueño presentó un panorama sobre la producción de agua potable en México, y como esta se ha visto afectada no solo por los usos que se le dan en la agricultura, servicios e industria, sino también por cuestiones político-administrativas. Indicó que existen herramientas para entrar en un ciclo del uso virtuoso; es decir, aplicar medidas que permitan un buen manejo del agua, ya que este recurso es un derecho humano. Por ello sugirió que debe haber una solución que involucre a gobierno, academia, industria y sociedad.

Expuso que a pesar del panorama que existe en la región respecto a la cantidad de agua con la que se cuenta, existe la oportunidad de generar un mejor futuro para el recurso hídrico si se tiene una participación colectiva, se educa en el tema, se da un monitoreo sistemático, autorregulación, reducción de consumo y manejo adaptativo, entre otras acciones positivas.

Perspectivas en el corto y mediano plazo; acciones para enfrentar la reducción en el abasto y manejo sustentable del agua

El tercer segmento del foro fue “Perspectivas en el corto y mediano plazo; acciones para enfrentar la reducción en el abasto y manejo sustentable del agua”, en el que se contó con la participación del doctor Enrique R. Vivoni, director del Centro para Innovaciones Hidrológicas de la Universidad Estatal de Arizona; el doctor Jorge Ramírez Hernández, investigador del Instituto de Ingeniería de la UABC, y la arquitecta Sarahí Alvarado Villareal, de la Coordinación de Parques y Áreas Naturales Protegidas, de la Secretaría de Desarrollo Urbano Sostenible (SDUS) del Gobierno de Monterrey, Nuevo León.

En su presentación, el doctor Vivoni habló sobre el futuro del río Colorado, el cual es considerado el río que más trabaja en el mundo porque brinda agua a 40 millones de personas, por su producción hidroeléctrica y por la gran cantidad de productos agrícolas que dependen de él; por lo tanto, es necesario saber cuál es el futuro de esta fuente de agua. Para ello, la comunidad científica trabaja en modelos y proyecciones hidrológicas que vislumbran un escenario en el que las temperaturas subirán, habrá menos caudales y, para el periodo 2023-2060, el río tendrá alrededor de 12 millones de acres pie, no 14 ni 15 como se consideraba a inicios del siglo pasado.

Señaló que, si en los próximos años se tendrá menos agua, se tiene que pensar sabiamente cuáles son los usos más beneficiosos que se le pueden dar y algunas de las acciones que propuso son: mejorar la eficiencia del uso del agua de los sectores agrícolas, brindar estímulos económicos durante las temporadas de crisis, planeación municipal para incentivar la reducción de uso de agua, entre otras.

Por su parte, el doctor Ramírez Hernández enfatizó en las perspectivas en el corto y mediano plazo, así como las acciones para frenar la reducción en el abasto y manejo sustentable del agua. Indicó que actualmente hay un déficit negativo, por lo que propuso tomar las siguientes estrategias para tener más agua: reutilización del agua residual tratada, infraestructura para conducción y retención, así como construcción de plantas desaladoras, aunque esta opción no la considera viable por ser muy costosa.

También propuso estrategias para usar menos agua, entre las cuales están: realizar auditoría de los usos del agua, dar incentivos para la conservación del agua, actuar conforme a la legislación actual del agua, y educar para crear una cultura de conservación de este recurso. Además, incluyó algunas estrategias para un uso sostenible del vital líquido: establecer planes de desarrollo regional con énfasis en la disponibilidad del agua, optimizar el uso en la agricultura y reconocer al medio ambiente como usuario.

Finalizó las intervenciones de este apartado la arquitecta Alvarado Villareal quien señaló que 6580 viviendas en Monterrey no tienen acceso al servicio de drenaje y que seis de cada diez escuelas en México no cuentan con el servicio de agua potable. Esto motivó que se implementaran estrategias para prevenir y mitigar la sequía en la región. Una de ellas es la campaña “Ahórrate un chorro”, que consiste en el reemplazo de cabezales de regadera convencionales por un modelo optimizado que consume 60% menos que la mayoría.

Otra de las estrategias es la de “Escuelas y barrios de lluvia” que se basa en captar el agua de lluvia mediante canaletas que conducen a un contenedor. Este a su vez cuenta con mecanismos para su tratamiento y posterior uso del agua potable. “La captación de lluvia en escuelas y viviendas de Monterrey es una alternativa de abastecimiento y acceso sostenible al agua al ser una herramienta de autonomía hídrica para las comunidades más afectadas.” refirió.

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