Juego ilegal, un negocio multimillonario
Ciudad de México, 19 de diciembre. El negocio de las apuestas legales es millonario, pero nada comparado con el alcance monetario que tiene el de las ilegales, por el que se calcula que cada año se blanquean 140 mil millones de dólares. Y la mayor parte de estas a escala mundial son ilegales.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) subraya que el verdadero riesgo de afectar la integridad del deporte son las apuestas ilegales, cuyas ganancias superan por mucho a la industria regulada en este giro.
“La amenaza que suponen las apuestas ilegales para el deporte se ve amplificada por el creciente blanqueo de dinero que se asocia a esta actividad ilícita. Las estimaciones sobre la escala y el alcance de las apuestas ilegales varían y algunos calculan que cada año se blanquean hasta 140 mil millones de dólares a través de las apuestas deportivas y que el importe apostado en los mercados de apuestas ilegales oscila entre 340 mil millones y 1.7 billones”, según el informe de la UNODC.
“Se estima que hasta 80 por ciento de las apuestas deportivas y de carreras en todo el mundo se realizan de forma ilegal”, advierte el organismo.
Ningún país está exento de este problema de apuestas ilegales en el deporte, un terreno particularmente atractivo para la delincuencia organizada; la UNODC reconoce que en América Latina y el Caribe es un mal en crecimiento. Y destaca que “la información sobre las tendencias y la evolución relacionadas (en la región) es limitada”.
En México, el 14 de junio de 2021 se realizó el Convenio de Colaboración con la Unidad de Inteligencia Financiera para prevenir y combatir posibles actos de corrupción relacionados con juegos y sorteos, entre los que se incluyen los relacionados con las apuestas en línea.
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“La UIF realiza revisiones sorpresa, ya sea una vez al año o en varias ocasiones; lo hace de acuerdo con los parámetros y volúmenes de operación”, señala Salvador Rotter, catedrático de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Pone mucha atención en estas operaciones porque son actividades vulnerables; además, con los casinos virtuales las transferencias son en línea”, agrega.
El impacto social en México
Dada la omnipresencia del negocio de las apuestas, que no deja resquicio en el entretenimiento deportivo, es cada vez más común la publicidad y la normalización de esta práctica. En el pasado partido de la NFL en el estadio Azteca, el 21 de noviembre de 2022, donde los 49s de San Francisco vencieron a los Cardenales de Arizona ante unos 78 mil asistentes, las pantallas del coloso exhibieron publicidad de una empresa de juego con estadísticas útiles para participar en algunas combinaciones en vivo.
La normalidad con la que se ha extendido esta práctica salta a la vista con los 70 millones de mexicanos que han participado en alguna de la diversas formas de apuesta disponibles, como indica Alfredo González Portillo, funcionario de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). Esta masificación por el juego puede representar algún riesgo para la salud pública, coinciden especialistas.
“No estamos diciendo que estos 70 millones han desarrollado alguna patología relacionada con el juego, pueden estar en riesgo, o no, pero eso dependerá del control emocional y el uso que den a las plataformas o donde se participe”, explica el especialista de la Conadic.
“El uso de estos mecanismos y prácticas relacionadas con el juego han aumentado alrededor de 150 por ciento, pero no necesariamente se está desarrollando una patología”, aclara.
Según información que se desprende de la encuesta nacional de la Conadic –agrega González Portillo– la primera modalidad de juego entre los mexicanos es la lotería; le siguen “raspaditos”, tragamonedas y juegos de cartas; el quinto puesto lo tienen las apuestas deportivas.
La ludopatía o juego patológico es un comportamiento donde existe un impulso irreprimible por apostar en algún juego, o en varios, y se vuelve recurrente, episódico y crónico. No solo tiene un impacto en la salud de quien lo manifiesta, además presenta problemas de sociabilidad, descuida sus actividades cotidianas y compromete su patrimonio o el de otras personas.
“Es un problema de salud que se ha incrementado en los últimos años en nuestro país y en el mundo”, continúa el especialista; “está relacionado con el incremento y la disponibilidad de estos lugares, los casinos y sitios de Internet”.
Los especialistas indican que no toda forma de juego de apuestas implica este trastorno ni debe estigmatizarse. El juego por sí mismo, advierten, es una actividad de socialización e integración en comunidad. Pero debe cuidarse la forma en que se participa en el entretenimiento que implica apostar.
“No voy a decir que es bueno o malo apostar”, comenta Carlos Alberto Vázquez Villegas, sicólogo de la Dirección del Deporte Universitario de la UNAM. “También hay que mencionar que las empresas (casinos, televisoras, ligas deportivas, etcétera) influyen en el desarrollo de la patología del juego, pero no son la causa del fenómeno.
“Hoy vemos un evento deportivo muy grande como el Mundial, donde es común que se hagan apuestas y quinielas entre amigos y familiares. En esos casos, por ejemplo, siempre debemos entenderlo como una actividad para divertirnos y nada más. Sin la idea de que ahí se puede obtener un ingreso ni que nuestro estado anímico dependa de ganar o perder”, concluye Vázquez Villegas.