Pide taxista pena “mínima” por desaparecer a Diana Piggeonountt y se niega a decir dónde está
Tijuana, 24 de noviembre.- Cuando el juez de control le preguntó al taxista Juan Manuel de Mateo Uribe sí tenía algo que decir -era la audiencia donde se definía si le dan 75 años de cárcel por la desaparición forzada de la estudiante Diana Piggeonountt-, el hombre de overol naranja no alegó inocencia, se concretó a pedir en voz baja que le dieran la pena “mínima” y se quejó de falta de atención médica a su infección en la garganta y a sus “granos en la cabeza”.
La última audiencia previa al dictado de la sentencia, fue para determinar el grado de culpabilidad, el monto de la multa y de la reparación del daño. En la sala Uno del Poder Judicial del estado, la Fiscalía pidió 75 años de cárcel para quien fue encontrado culpable de desaparecer a Diana Laura, con los agravantes de negarse a decir dónde está o qué fue de la estudiante de preparatoria de la escuela Lázaro Cárdenas, quien tenía apenas 15 años de edad.
Desde hace 4 años, 5 meses y 17 días la joven está desaparecida y a lo largo del juicio se demostró que Juan Manuel fue la última persona que la vio con vida, tanto que usó su celular como repuesto cuando se le terminó la batería al suyo. La policía cibernética pudo verificar que tuvieron comunicación intensa los 15 días previos a su desaparición, aunque él intentó negarlo.
Dos testigos acudieron a la cita de este jueves. El testigo número uno relató el daño que ha hecho a la familia de Piggeonountt no saber de Diana; señaló a Manuel como la persona que se niega a decir dónde está porque es la única que sabe dónde encontrarla y “podría dar paz” a la familia. ¿Dónde está Diana? Reclamó frente al culpable. “Es cruel”, agregó “tiene el corazón podrido” porque no quiere decir dónde está Diana.
Apuntó que la familia de la joven trata de ser realista; “no sabe si la volverá a ver” y eso la tiene “destrozada” porque están viviendo una de las peores situaciones “no saber nada de ella” mientras que Manuel “está aquí, fresco”.
El testigo número dos narró cómo supo que Juan Manuel tenía una relación sentimental con Diana desde que iban a terminar segundo de secundaria, como escaló la relación hasta que dos semanas antes de desaparecer, ya con 15 años, la jovencita le comentó que había tenido relaciones sexuales con el hombre once años mayor que ella, quien le dió una “pastilla del día siguiente” pero “que no le bajaba”.
El taxista la enamoró en los múltiples viajes a su casa. Diana usaba ese transporte colectivo que tomaba en el centro, en la calle primera. Algunas tardes se iban a la casa de Manuel a comer y ver películas. Diana le puso un apodo para poder hablar de él sin que alguien ajeno a sus cercanos se enterará: Lot.
La abogada defensora de Manuel trató de desacreditar a los testigos y a la familia de la víctima reclamando que “jamás hicieron una señal (pública) de dolor”; que la Fiscalía no presentó peritajes que lo acrediten -como si lo que se estuviera juzgando fuera el dolor de la familia y no una desaparición-; y lo más delicado, que la Fiscalía “ha sido incapaz” de resolver qué pasó con Diana.
Describió a su cliente como el “chivo expiatorio” de una Fiscalía “responsable de no investigar el paradero de la joven y querer resolver un caso sobre el que hay presión social, que hubo cambio de chip entre los teléfonos de la víctima y el acusado. Que no se aplique la máxima penalidad, sino la mínima para nuestro representado porque no han comprobado el grado de culpabilidad y la Fiscalía ha hecho una investigación totalmente deficiente”, pidió.
Este viernes 25 de noviembre, el juez deberá determinar si condena a 75 años de cárcel a Juan Manuel de Mateo Uribe por la desaparición forzada de Diana Laura Piggeonountt Gómez, como demanda la parte acusadora. La joven fue vista por última vez al salir de la preparatoria el 8 de junio de 2018 y aunque hay un culpable de su desaparición, el taxista que la enamoró y aparentemente la embarazó, no se sabe cuál es su paradero.
Información relacionada: