Los Espookys regresan con su negocio de escenarios sobrenaturales falsos
Ciudad de México, 15 de septiembre.- La premisa de Los Espookys, la serie más extraña de HBO, es sencilla. Se trata de un grupo de amigos que empiezan un negocio en el que elaboran escenarios sobrenaturales falsos, por pago.
Como ejemplo, según The Independent, está el primer episodio, lanzado hace más tres años, en el que un viejo sacerdote que está perdiendo el favor de su congregación, contrata al equipo para impulsar su reputación.
La segunda temporada de la serie, muy retrasada, se estrena mañana. Continúa siendo una comedia que existe en un espacio elusivo, no sólo por estar ubicada en un país latinoamericano de nombre desconocido, sino porque lo mundano y lo irreal conviven uno al lado del otro.
Por un lado, el grupo de Los Espookys se la pasa ideando espectáculos de bajo presupuesto, con disfraces o una máquina de humo, mientras en su día a día está imbuido de rarezas de la vida real, como el hecho de que uno de ellos se comunica con un demonio de agua que está obsesionado con la película El discurso del rey, de 2010. Ese personaje le pide a una luna (personificada por Yalitza Aparicio), que brille más fuerte para poder encontrar un arete.
La serie busca divertir, algo que hace sentido debido a que fue creada por Fred Armisen, Julio Torres y Ana Fabrega, que han sido parte del programa Saturday Night Live. La emisión, además, está hablada en español, lo que podría explicar el bajo impacto que ha tenido a nivel mundial.
La serie también ha optado por ir a contracorriente con sus personajes. A diferencia de muchos protagonistas que están de moda, Los Espookys poseen un corazón encantador. En el colorido equipo está la serena y genial Úrsula (Cassandra Ciangherotti), su chiflada hermana Tati (Fabrega) y el fundador del grupo, Renaldo (Bernado Velasco), cuyas chamarras de cuero y cadenas encubren un interior sensible. Incluso Andrés (Torres), el malhumorado y melodramático heredero de una fortuna forjada a base de chocolate, es un esnob carismático.
Armisen explicó que quería crear un programa optimista. “Simplemente no me gusta el conflicto en la tele”, señaló a The New York Times. En lugar de eso, la serie está repleta de chistes, originalidad y personalidad visual. Cada toma es digna de un cuadro, como en una cinta de Wes Anderson.
La cinematografía de la serie no apunta al naturalismo, así que la paleta de colores es atrevida y deliberada. Desde el cabello celeste de Andrés hasta la sede color rosa chicle de la embajadora estadunidense Melania (Greta Titelman), a quien los protagonistas acuden para solicitar visas para Estados Unidos.
También destaca el tiempo de duración de cada episodio. A diferencia de muchas series actuales, que dedican incluso más de una hora a cada capítulo, Los Espookys optó por 25 minutos, dejando bocados cortos que despiertan las ganas de más. lo que ha hecho más larga la espera de tres años, pues la primera temporada consta sólo de seis capítulos.
La segunda temporada de Los Espookys estará disponible en HBO a partir de mañana.
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