Terremoto en Myanmar dañó más de 150 templos con siglos de antigüedad
El terremoto que impactó Myanmar el pasado viernes, con una magnitud 7.7, dañó más de un centenar y medio de mezquitas y pagodas con siglos de antigüedad. El país tiene dos sitios inscritos en la lista de patrimonio cultural de la humanidad ubicados en las regiones más afectadas por ese sismo.
El diario estadunidense The New York Times reportó daños considerables en sitios históricos y religiosos de todo el país, con el derrumbe de pagodas y secciones de monasterios budistas, así como la devastación de otros monumentos centenarios.
El gobierno de la nación asiática difundió el sábado que más de 3 mil edificios resultaron dañados, incluyendo unas 150 mezquitas y pagodas. Entre las construcciones dañadas se encuentran el monasterio Maha Aungmye Bonzan, conocido como el monasterio de ladrillos Me Nu en la región de Mandalay.
El edificio de 200 años de antigüedad parecía estar prácticamente destruido, con varias hileras de sus característicos balcones derrumbados alrededor de los voluminosos muros interiores. La información es limitada aún, pues las comunicaciones con el interior del país continúan paralizadas.
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Por su parte, el británico The Sunday Times comunicó los efectos devastadores en Bagan, patrimonio mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), conocida como la «ciudad de los mil templos». Imágenes compartidas en redes sociales mostraban muchos de los inmuebles budistas de esa urbe reducidos a escombros.
Durante mucho tiempo se habían expresado preocupaciones por el estado de los edificios, dadas las inundaciones y las denuncias de falta de reparaciones adecuadas. Un trabajador de Bagan dijo a Radio Free Asia el año pasado: «Bagan es una zona extensa con numerosos templos, pero la mano de obra disponible es insuficiente. No existe una estrategia para resolver la falta de personal». El movimiento telúrico produjo graves daños en Tailandia. Afectó también a Bangladesh, India, Laos y China.
El rotativo estadunidense refirió el derrumbe de la ornamentada aguja dorada de la pagoda Shwe Sar Yan; en la ciudad de Mandalay, un gran templo que se alzaba sobre los muros del palacio quedó inclinada en ángulo agudo; en el oeste de la ciudad colapsó el monasterio de Nueva Masoeyein, de cinco siglos.
Estupas derrumbadas
Fotos compartidas por la Red de Derechos Humanos de Myanmar mostraron minaretes y cúpulas de mezquitas derrumbadas en varias partes del país. En Pindaya, monumentos budistas conocidos como estupas se derrumbaron.
La agencia de noticias Myanmar Now reportó graves daños en Sagaing, en la pagoda Mingun y en otros lugares emblemáticos, como el templo Mya Thein Tan.
Myanmar tiene dos sitios reconocidos como patrimonio cultural mundial: las ciudades antiguas de Pyu (que se localizan en Sagaing, Magway, Bago) y Bagan (en la actual Mandalay). Se hallan cerca del lugar del epicentro del sismo del viernes pasado: Mandalay.
La junta militar que gobierna el país declaró estado de emergencia en seis regiones, incluyendo Sagaing, Mandalay, Bago, Magway, el estado de Shan y Naipyidó.
El sitio conocido como ciudades antiguas de Pyu comprende los restos de tres centros urbanos de una sociedad que floreció entre 200 aC y 900 dC: Beikthano, Hanlin y Sri Ksetra, que fueron las primeras en la región en adoptar el budismo de India.
En tanto, Bagan fue la sede del reino de Bagan, primer imperio de la región, cuyo apogeo ocurrió entre los siglos XI y XIII. Situado a las orillas del río Irrawaddy, incluye más de 3 mil monumentos, entre estupas, templos, monasterios y otros lugares de culto budistas.
Según el periódico británico The Guardian hay temor alrededor de los imponentes templos budistas de Bagan, pues la ciudad se encuentra muy cerca de la falla de Sagaing y los edificios ya habían sufrido daños considerables tras el sismo de 2016.
El movimiento telúrico de hace nueve años produjo «afectaciones considerables a monumentos claves», declaró Stephen Murphy, profesor titular de arte asiático en la Universidad Soas de Londres, al rotativo inglés, aunque no estaba claro aún si el terremoto del viernes había causado daños de magnitud similar.
«La posible pérdida cultural que Bagan afronta de nuevo puede ser insignificante en comparación con la pérdida de vidas, pero tendrá un impacto duradero en un país donde hoy día tanta gente lucha por sobrevivir», declaró Ashley Thompson, profesora de arte del sudeste asiático en la Soas.