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Abrir espacios a los pueblos originarios en la cartelera teatral, un compromiso

Por: Daniel López Aguilar / La Jornada

Revitalizar el Centro Cultural del Bosque (CCB), fortalecer el arte escénico en México y promover la inclusión de los pueblos indígenas son algunos de los principales desafíos que enfrenta Luis Mario Moncada al frente de la Coordinación Nacional de Teatro (CNT) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).

Con una trayectoria que abarca desde la dramaturgia hasta la investigación teatral, Moncada (Hermosillo, 1963) asumió el compromiso de recuperar «los músculos perdidos» de la institución.

En entrevista con La Jornada, el director destacó que el CCB “es el centro cultural más importante del país, con 10 espacios de representación y más de 3 mil 500 butacas. No hay otro lugar con esta infraestructura y potencial.

«Más allá del número de escenarios, la verdadera tarea es dar vida al conjunto. No se trata solo de programar obras, sino de generar un sentido de pertenencia en los espectadores a escala local y nacional».

Uno de los proyectos que Moncada busca reforzar es Prólogos Escénicos. En el contexto del año de la mujer indígena, antes de cada función se presentará un fragmento teatral con un elenco proveniente de pueblos originarios. «Queremos que la diversidad cultural del país tenga un espacio en nuestra cartelera, y que sus voces formen parte del diálogo escénico nacional», añadió el funcionario.

Este esfuerzo por integrar y visibilizar a comunidades históricamente marginadas también se traduce en la programación de obras que aborden temáticas sobre sus derechos y la equidad de género.

Trayectoria

Dramaturgo, actor y crítico, Luis Mario Moncada estudió literatura dramática y teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1993 a 1997 lideró el Centro de Investigación Teatral Rodolfo Usigli. A lo largo de su carrera ha ocupado otros cargos, como la dirección del Centro Cultural Helénico y la de la Compañía de Teatro de la Universidad Veracruzana.

Para Moncada, “el teatro tiene la capacidad de generar empatía y reflexión. Buscamos que nuestras puestas en escena sean mucho más que un espacio de entretenimiento, que se conviertan en plataforma de diálogo social.

«Con ese propósito en mente, el fortalecimiento financiero se vuelve clave. El presupuesto de la CNT pasó de 29 a 38 millones de pesos. Esto nos permite ampliar nuestra oferta y mejorar la infraestructura. Sin embargo, el reto no es sólo económico. Necesitamos que la gente regrese al teatro, que las nuevas generaciones lo sientan cercano».

Formación de audiencias, esencial

El coordinador nacional de teatro planea impulsar estrategias de formación de audiencias, con actividades que incluyan funciones didácticas para estudiantes, talleres para público infantil y juvenil, y la generación de espacios de diálogo entre creadores y espectadores.

«Queremos que esta expresión escénica sea considerada un derecho cultural, no un lujo exclusivo de unos pocos». En cuanto a la sensibilidad humana en el escenario, comentó: «el teatro refleja la sociedad. Debe ser un espacio para debatir nuestros conflictos, pasiones y esperanzas, sin perder de vista su dimensión humana».

La descentralización también es una prioridad para Moncada, quien destacó que es fundamental “llevar los montajes a espacios abiertos y acercarnos a públicos que no suelen asistir al teatro tradicional. El Jardín Escénico, como parte del proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, es un claro ejemplo de esta visión. No todo debe suceder en salas cerradas: se debe aprovechar el potencial de las áreas al aire libre.

«Hay buena comunicación con la presidenta Claudia Sheinbaum y con las titulares de las secretarías de Cultura federal y local, Claudia Curiel de Icaza y Ana Francis López, respectivamente. Entienden la importancia de un teatro accesible y plural. Lo relevante ahora es materializar los proyectos y consolidar una política teatral de largo plazo».

Otro de los ejes fundamentales de la gestión de Luis Mario Moncada es mejorar las condiciones laborales de quienes hacen posible el teatro. «Este no puede florecer si quienes lo crean viven en precariedad», subrayó.

Por esa razón, se ajustará el precio de los boletos, se adoptarán esquemas de contratación más justos y se ampliarán los apoyos a la creación escénica, con el propósito de garantizar condiciones laborales dignas para los artistas, detalló el dramaturgo.

Enfatizó que el teatro debe ser un espacio para la reflexión y el disfrute de un público más amplio. «Si logramos que más personas encuentren en él una oportunidad de pensar y disfrutar, habremos dado un paso fundamental. No basta con llenar butacas: hay que generar comunidad. Una obra exitosa no debe conformarse con menos de 50 funciones para cumplir realmente su propósito».

Moncada consideró que no solo se trata de reseñar espectáculos, sino de generar pensamiento crítico acerca de lo que ocurre en el escenario y su impacto en el contexto social. Reconoció también que la pandemia dejó una lección valiosa: la necesidad de diversificar la oferta cultural.

El teatro es una herramienta de transformación social. Es crucial abrir más espacios para los jóvenes creadores. Queremos que la CNT sea un semillero de nuevas voces y estéticas. El futuro del teatro mexicano depende de la experimentación y el riesgo.

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